Usar una taza eléctrica podría estar dañando tu salud sin que te des cuenta: esto debes saber

¿Has modernizado tu taza de café matutino con una taza eléctrica? Aunque pueda parecer un artefacto inteligente que asegura que cada sorbo se mantenga a la temperatura óptima, podría ser un peligro para la salud escondido en tu escritorio.

Recordemos que estos pequeños aparatos tienen la capacidad de alcanzar la misma temperatura que un horno a 250 grados. Esta temperatura es suficientemente alta como para adherir la piel directamente al aparato.

“La gente cada vez adopta más la tecnología para facilitar sus vidas, pero es esencial que comprendan los riesgos potenciales antes de adquirir el último gadget”, explica Philipp Pratt, experto en innovación en Geonode.

¿Por qué una taza eléctrica puede dañar mi salud?

Los efectos dañinos asociados a las tazas eléctricas no son evidentes de inmediato, pero pueden tener impactos potenciales a largo plazo en la salud de las personas.

Las tazas eléctricas mantienen la temperatura deseada de la bebida utilizando elementos de calefacción eléctricos. El elemento libera calor, que se transfiere al líquido dentro de la taza. Estos elementos de calefacción a menudo están hechos de materiales como níquel y cromo, que pueden filtrarse en tu bebida bajo ciertas condiciones, especialmente cuando la taza está dañada o desgastada.

“El consumo prolongado de bebidas de una taza eléctrica dañada podría implicar una exposición recurrente a estos metales potencialmente perjudiciales” advierte Pratt.

La exposición constante a estos metales, incluso en cantidades mínimas, se asocia con varios problemas de salud. Entre ellos:

Reacciones alérgicas: La alergia al níquel es muy común y los síntomas incluyen erupciones cutáneas e inflamaciones.
Problemas respiratorios: La inhalación de polvo de cromo puede provocar problemas respiratorios como asma y bronquitis.
Carcinógeno potencial: La Organización Mundial de la Salud clasifica ciertos tipos de cromo como cancerígenos cuando se inhalan.

¿Cómo usar tazas eléctricas de forma segura?

De acuerdo con el experto, las claves para usar una taza eléctrica forma segura son: leer y seguir las instrucciones del fabricante sobre limpieza y mantenimiento; evitar usar una taza eléctrica si está dañada o si el elemento de calefacción interno está expuesto; considerar las tazas hechas con acero inoxidable de grado alimenticio, que no liberan contaminantes; inspeccionar regularmente tu taza en busca de signos de desgaste o corrosión.

Beber de una taza eléctrica tiene sus ventajas, pero mantenernos alerta sigue siendo la primera línea de defensa contra posibles riesgos para la salud. Un mantenimiento regular, prestar atención a los signos de desgaste y reemplazar la taza cuando sea necesario pueden contrarrestar estos riesgos para la salud.

Como señala Pratt: “La tecnología está aquí para enriquecer nuestras vidas, pero no debe comprometer la salud y el bienestar”.

Fuente: biobiochile

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