Cuando hablamos de ropa de invierno, no hay nada más decepcionante que invertir en un abrigo que parece perfecto pero que al poco tiempo pierde forma, no abriga o se llena de motas.
Con la llegada de las bajas temperaturas, muchas están en búsqueda de esa prenda ideal y calentita que nos acompañe toda la temporada. Pero, ¿cómo saber si lo que estás comprando es realmente de calidad?
La sensación de haber hecho una buena compra no solo tiene que ver con encontrar una oferta. Según expertos, la verdadera satisfacción viene de elegir una prenda que, además de ser linda y estar en descuento, dura más de un invierno.
El material de la prenda sí importa
En TikTok e Instagram se han hecho virales los videos de asesoras de imagen que visitan tiendas del retail revisando etiquetas, tocando telas y enseñando a sus seguidores a reconocer prendas que realmente valen la pena. Su premisa es clara: si no está hecho con un buen material, no abriga, no dura y gastaras de más.
Por eso, en FMDOS te contamos cuáles son los tipos de fibras más comunes en abrigos y sweaters, sus ventajas y desventajas, y qué mezclas de materiales sí valen la pena.
Fibras naturales: abrigo con historia
Este material, como la lana, el algodón, el lino, la seda o el cuero. Son materiales de origen vegetal o animal y, en general, ofrecen mejor transpiración, son biodegradables y muy cómodos.
Por lo mismo abrigan bien (especialmente la lana y el cuero). Sin embargo, también presentan desventajas como encogerse en la lavadora o arrugarse con facilidad.
Fibras semisintéticas: el punto medio
La viscosa, el modal o el lyocell, se obtienen de materiales naturales pero se procesan químicamente. Son suaves, ligeras y tienen buena caída pero también pueden encogerse con los lavados o perder la forma original si no se cuidan bien.
Fibras sintéticas: prácticas, pero con sus “peros”
Estas fibras son las menos recomendadas para la ropa. El poliéster, acrílico, nylon o elastano provienen del petróleo y están presentes en gran parte del retail. Son duraderas, económicas, resistentes a las arrugas y fáciles de lavar.
Sin embargo, no transpiran bien, pueden generar electricidad estática o motas, y no son tan amigables con el medio ambiente.
Entonces, ¿qué mezclas sí funcionan?
Aunque lo ideal sería usar fibras 100% naturales, muchas veces eso es costoso o difícil de encontrar. Por eso, la diseñadora de modas Rominet, propone que una mezcla equilibrada en la composición de cada prenda, puede ser una excelente opción:
- Lana + Poliéster: mantiene el calor de la lana, pero gana resistencia y facilidad de lavado gracias al poliéster.
- Algodón + Poliéster: el algodón aporta suavidad y transpirabilidad, mientras el acrílico mejora la durabilidad.
- Viscosa + elastano: ideal para un sweater más liviano pero cálido, con buena caída.
- Lyocell + Algodón: perfecta para quienes buscan un tejido suave, resistente y cómodo.
Lo más importante recalca, es evitar prendas que sean 100% acrílicas o completamente sintéticas si buscas abrigo real. Y si una etiqueta dice “con contenido de lana”, revisa cuánto porcentaje tiene: lo recomendable es que sea al menos un 50-70%.
Fuente: FMDOS