Aunque pequeña en tamaño, la semilla de chía es un gigante nutricional gracias a sus extraordinarios beneficios para la salud.
Considerada un verdadero “superalimento”, su consumo regular puede transformar tu bienestar, ayudándote a mantener tu cuerpo en equilibrio y prevenir diversas afecciones.
“La chía es una semilla especialmente rica en ácidos grasos omega-3 de origen vegetal, pero además los aporta junto a ácidos grasos omega-6 en la proporción ideal para el organismo”, señala MedlinePlus
Según estudios científicos publicados en Journal of Food Science and Technology, la chía tiene beneficios en las personas con diabetes, colesterol alto o hipertensión, además de sus propiedades antiinflamatorias y laxantes.
Originaria de la planta Salvia hispánica, que pertenece a la familia de la menta y se encuentra en las regiones tropicales de Centroamérica, la semilla de chía formó parte esencial de la dieta de las antiguas civilizaciones azteca y maya, hace más de 5.000 años.
Uno de los mayores beneficios de la chía es su capacidad para aliviar la inflamación crónica gracias a su alto contenido en ácidos grasos omega-3. La semilla actúa como un potente antiinflamatorio natural, lo que la convierte en un aliado perfecto para reducir molestias abdominales y mejorar el tránsito intestinal.
Su rica composición de fibra también ayuda a prevenir el estreñimiento, contribuyendo a una digestión más eficiente y regular.
“Por su contenido de fibra también es probable que las semillas de chía puedan ayudar a aliviar el estreñimiento o constipación”, señala Kayla Kopp, especialista en nutrición de la Clínica Cleveland.
Por otro lado, la chía es una fuente natural de antioxidantes como los flavonoides y el ácido cafeico. Estos compuestos protegen las células de los daños causados por los radicales libres, previniendo el envejecimiento celular y las enfermedades crónicas.
Además, la chía es una fuente rica en nueve aminoácidos esenciales, necesarios para el crecimiento y la reparación celular, lo que la convierte en un aliado fundamental para tu bienestar general.
Según la Escuela de Salud Pública de Harvard y expertos de la Mayo Clinic, las semillas de chía son esenciales para una dieta saludable, especialmente para aquellos que buscan cuidar su corazón.
Con su alto contenido en omega-3, la chía ayuda a reducir los niveles de triglicéridos, controlar la presión arterial y regular el ritmo cardíaco. Todo esto se traduce en una mayor protección frente a enfermedades cardiovasculares y vasculares.
“Aunque son pequeñas, están entre las mejores semillas para comer. Pocos alimentos son tan nutritivos”, indica la especialista.
Cómo consumir semillas de chía y aprovechar sus beneficios
- Semillas de chía crudas: Consumir la semilla directamente es una de las más sencillas para bajar el colesterol en la sangre
- Chía molida: Otra de las opciones es molerla y agregar café o cualquier bebida.
- Gel de chía: Solo se necesita hervir agua, agregar la chía y esperar a que esta adquiera una consistencia gelatinosa. Luego se puede comer el gel a cucharadas o agregar al yogur.
- Agua de chía: Solo se debe agregar las semillas de chía en el agua de uso diario y llevarla consigo todo el día.
Según consigna Infobae, la dietista estadounidense Brittany Lubeck, RD compartió algunos consejos para aprovechar al máximo estas pequeñas pero poderosas semillas:
- Mezclarlas con yogur, avena o batidos.
- Utilizar semillas de chía en lugar de huevos como agente espesante en sopas, guisos y salsas.
- Preparar pudín de semillas de chía combinándolos con la leche y el edulcorante de elección y luego refrigerarlo durante la noche. Antes de consumir, se puede agregar frutas, frutos secos, canela, etc.
- Incorporar semillas de chía en productos horneados como muffins, panes, tartas o panqueques.
- Agregar semillas de chía a aderezos para ensaladas, salsas o mermeladas caseras.
Fuente: La Cuarta