En medicina, la evolución de la ciencia es capital. Ya no solo la mejora en los medicamentos para tratar una determinada enfermedad (como los últimos avances de Novo Nordisk o Lilly), si no también la tecnología, que permite mejores diagnóstico al tiempo que en alguna patologías ayuda a su manejo en el día a día. Un ejemplo claro de esta evolución es la diabetes, que ha pasado de ser una enfermedad que lastraba mucho la calidad de vida del paciente a una patología muy controlada.
A través del uso de algoritmos, por ejemplo, se ha incrementado la capacidad de procesar y analizar volúmenes significativos de información. Esto también ha supuesto un progreso para los pacientes, ya que posibilita una mayor optimización de las terapias, como es el caso de las personas con diabetes, que ya cuentan con soluciones tecnológicas que facilitan el monitoreo de sus niveles de glucosa en sangre y, por consiguiente, el manejo de su enfermedad.
Según los datos reflejados en la décima edición del Atlas de la Diabetes, elaborado por la Federación Internacional de Diabetes (FID), 537 millones de adultos de todo el mundo padecen esta enfermedad. En el caso de España, la cifra alcanza los 5,1 millones, lo que supone un aumento del 42% desde 2019 y lo convierte en el segundo país de Europa con más pacientes. Actualmente, uno de cada siete españoles padece diabetes y, en el 90% de los casos, se trata de diabetes tipo 2, como señala la Sociedad Española de Diabetes (SED). En este sentido, el aumento del número de personas que sufren esta enfermedad se debe a distintos factores, como la falta de ejercicio físico y la vida sedentaria, el incremento de sobrepeso y obesidad, y el envejecimiento de la población. Así, las tecnologías suponen una herramienta clave en su diagnóstico y tratamiento, al permitir un mejor seguimiento a través de controles más eficaces, que procuran una mayor calidad de vida del paciente. De la misma forma, la digitalización posibilita el continuo aprendizaje y formación tanto del personal sanitario, como de las personas con diabetes.
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, los expertos de Cigna Healthcare, en su compromiso con la innovación en el ámbito de la salud, explican cómo la aplicación de la tecnología puede contribuir a un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Para el manejo de la diabetes, es esencial adoptar un estilo de vida saludable, tanto en alimentación como actividad física. Gracias a los sistemas de control de glucosa (CGM), los pacientes pueden ver en tiempo real cómo reacciona su organismo ante estímulos (como el hacer ejercicio o comer) y, además, ayuda a anticiparse a posibles hipoglucemias e hiperglucemias. Se trata de sensores de monitorización continua de glucosa, que se encuentran bajo la piel y monitorizan de manera constante la glucemia. En concreto, este instrumento recoge los valores de glucosa en sangre aproximadamente cada 10 segundos y un ordenador externo los reúne y evalúa.
Por otro lado, los pacientes con diabetes deben monitorear regularmente sus niveles de glucosa en sangre. Esto puedo implicar tener que pincharse frecuentemente para realizar pruebas y, en algunos casos, la administración de insulina. Este proceso puede ser incómodo y difícil para aquellos que tienen miedo a las agujas. Ante esta situación, las bombas de insulina inteligente se vuelven una solución tecnológica que ayuda a sobrellevar mejor la enfermedad. Este tipo de dispositivos que inyectan insulina de manera automática. La principal ventaja que presentan es que adaptan la cantidad de insulina para administrar la dosis requerida por el paciente, ya que no solo inyectan, sino que, monitorean.
Fuente: El Economista