Los picos de azúcar en la sangre podrían ser la razón de tus cambios de humor, niebla cerebral y esa sensación de hambre constante.
A menos que padezcas diabetes (u otra enfermedad), lo más probable es que explores una diversidad de diagnosticos entre varios especialistas, hasta llegar a la importancia de los niveles de azúcar en la sangre.
La creciente importancia de fármacos para la diabetes y de control del peso como la semaglutida, (conocidas comercialmente como Ozempic o Wegovy, que estimulan la liberación de insulina para reducir el azúcar en sangre y, por tanto, el hambre), han hecho que ahora muchas sean más conscientes del impacto que nuestros niveles de glucosa o azúcar en sangre pueden tener en nuestra salud física y mental en general.
Los profesionales de la salud llevan mucho tiempo advirtiendo de las repercusiones que pueden tener en nuestro cuerpo y nuestra mente unos niveles de azúcar en la sangre desorbitados, pero estos mensajes se han amplificado con las redes sociales. Por ejemplo, la bioquímica francesa Jessie Inchauspé, también conocida como Glucose Goddess en Instagram, tiene una audiencia de 2,9 millones de personas que analizan todo lo que tiene que decir sobre el azúcar.
Vogue le pidió a los expertos un resumen de los aspectos clave que hay que saber sobre el azúcar en la sangre y cómo equilibrarla para una mejor salud:
¿Qué es la glucosa o azúcar en sangre?
‘El azúcar o glucosa en sangre es, en términos sencillos, la cantidad de glucosa que circula por nuestro torrente sanguíneo’, explica Henrietta Norton, cofundadora de Wild Nutrition, ‘y que se genera a partir de los alimentos que ingerimos o de reservas de glucosa (llamadas glucógeno). La glucosa es esencial para alimentar nuestras células y es fundamental para nuestro cerebro’, por lo que es vital tener un suministro saludable en el torrente sanguíneo.
¿Por qué es importante la glucosa/azúcar en la sangre?
Unos niveles saludables de azúcar en la sangre proporcionan a nuestras células la energía que necesitan para realizar sus respectivas tareas. Pero cuando fluctúan mucho y hay un exceso de insulina en el cuerpo, a diario, esto puede contribuir a todo tipo de problemas, como ‘fatiga, niebla mental, cambios de humor, ansiedad, depresión, inmunidad alterada, inflamación, síndrome de ovario poliquístico, anomalías menstruales, entre otros’, afirma la terapeuta nutricional Rhian Stephenson.
¿Qué pasa cuando se tiene resistencia a la insulina?
La resistencia a la insulina se produce cuando las células del organismo ya no responden a la insulina (la hormona que ordena a las células absorber el azúcar y convertirlo en energía) de la misma forma que antes, lo que provoca un aumento de los niveles de azúcar en la sangre. La exposición regular (y excesiva) a los azúcares y los carbohidratos hace que la insulina (y el páncreas, que es quien la segrega) tengan que trabajar el doble, se cansen y, a la larga, no funcionen con la eficacia que deberían. Es entonces cuando los niveles de azúcar en sangre se elevan de forma constante, se produce un problema que puede desembocar en diabetes.
La resistencia a la insulina es una de las principales causas de las enfermedades crónicas. No sólo la diabetes tipo 2, sino también las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la obesidad y el Alzheimer.
El objetivo de una alimentación saludable es mantener unos niveles de azúcar en sangre sanos y equilibrados para garantizar que la insulina se mantenga bajo control y la salud sea óptima.
¿Qué causa los picos de insulina?
‘Nuestros niveles de azúcar en sangre fluctúan constantemente en función de la dieta, el nivel de ejercicio, el estrés y otros factores vitales y de salud’, explica Norton. Pero es cuando suben o bajan demasiado que empezamos a tener problemas.
‘La glucosa (o azúcar) en sangre procede de los alimentos que ingerimos (sobre todo hidratos de carbono), que pasan al torrente sanguíneo y se convierten en energía o grasa’, explica Jessica Sepel, fundadora de JS Health. Los principales culpables son el alcohol, los azúcares y carbohidratos refinados y las bebidas azucaradas o energéticas. El café también provoca una montaña rusa de azúcar en sangre, afirma Sepel, debido a un vínculo entre la adrenalina, el cortisol y la insulina.
Señales y efectos de los picos de insulina
Aunque un medidor de glucosa en sangre te permitirá hacer un seguimiento y comprender lo que ocurre en tiempo real, estos pueden resultar caros y no es algo que los expertos recomienden utilizar con regularidad, a menos que seas diabético. Dicho esto, puedes hacerte una idea de cómo influyen los distintos alimentos en tus niveles de azúcar en sangre inscribiéndote en Zoe, un programa de nutrición personalizado diseñado para ayudarte a comprender exactamente qué efecto tienen los distintos alimentos que ingieres. Esta plataforma incluye un periodo guiado de dos semanas con un control de glucemia.
Algunas señales evidentes de picos de insulina en tu cuerpo son:
- Sentirse letárgico, cansado o con pereza
- Niebla cerebral
- Estado de ánimo bajo, ansiedad o depresión
- Irritabilidad
- Sensación de hambre constante y antojo de alimentos poco saludables
- Sentirse débil o tembloroso
- Falla de la memoria
‘La regulación de la glucosa en sangre tiene un profundo impacto en el estado de ánimo’, afirma Norton. ‘Las sustancias químicas del cerebro (también conocidas como neurotransmisores) y las hormonas que controlan nuestro estado de ánimo se generan utilizando la glucosa como combustible principal: un importante conjunto de investigaciones ha demostrado que un exceso o una falta de glucosa influye en la eficacia con la que las producimos y, por tanto, tiene un efecto directo en nuestro bienestar mental’, asegura el experto.
A largo plazo, es posible que se produzcan cambios en el peso, desequilibrios hormonales y problemas de salud mental más evidentes, por no hablar de las enfermedades crónicas antes mencionadas que tan a menudo se ven agravadas por la fluctuación de los niveles de azúcar en sangre.
Fuente: Vogue