Si tienes un perro, es muy probable que lo hayas visto dormir con la panza hacia arriba, las patas al aire y una cara completamente relajada. Aunque esta postura puede causar ternura para los dueños de mascotas, veterinarios aseguran que tiene un significado mucho más profundo que solo comodidad.
Primero, lo más importante: Si tu perro duerme panza arriba, es porque te adora. Sí, esa posición donde muestra su pancita al aire es una señal clara de que se siente completamente seguro y relajado en su entorno.
Dormir de esta manera para tu mascota es exactamente lo mismo que cuando te dejas caer en un sofá, con un buen snack y sin preocupaciones.
¡Pero la confianza y seguridad no lo es todo! Dormir con la panza al aire también funciona como termostato para tu perrito.
Si ves a tu perro en esta postura, es porque también está buscando aliviar el calor, ya que al tener esa zona al descubierto, tu peludo deja que el aire circule y se refresque, lo que provoca que su estado de ánimo también mejore en esta postura.
Lo que tu perro dice mientras duerme
Ahora, para que seas un experto en lenguaje canino, aquí te dejamos otras posturas comunes y su verdadero significado:
- De costado: Si lo ves durmiendo de lado, es porque está cómodo y tranquilo, disfrutando de la vida. Es una señal de que está relajado y satisfecho.
- Enrollado como bolita: ¡La clásica! Esta postura es más común cuando tu perro siente frío o necesita sentirse seguro. Es como cuando tú te arropas bien en la cama porque está helado afuera.
- Cabeza sobre las patas: Si tu perro duerme así, probablemente solo esté tomando una mini siesta. Se mantiene alerta y listo para levantarse en cualquier momento.
- Boca abajo con las patas estiradas: ¿Tu perro está estirado como una tabla? Pues, está buscando enfriarse rápidamente. Esta postura es su manera de decir que siente calor y comodidad.
Si de repente tu perro empieza a cambiar su forma de dormir o muestra incomodidad, toma atención a su comportamiento.
Aunque nuestros perros son expertos en relajarse, si algo no está bien, su postura al dormir puede ser una señal de que algo no anda bien. Un cambio repentino puede indicar desde un dolor muscular hasta problemas digestivos.
Así que, si tu amigo peludo se vuelve más quisquilloso con sus siestas o cambia de postura de forma extraña, lo mejor es consultar inmediatamente con un experto veterinario para asegurarse de que todo esté en orden.
Fuente: La Cuarta
