«En Alemania existe una garrapata que si te pica es súper peligrosa. Es una garrapata de humano”, comienza el video de Claudio Saavedra, un chileno que vive en Europa hace ya varios años. “Este es el gran problema que tenemos cada verano con nuestros hijos, que son las garrapatas aquí en Alemania”, recalcó.
En el video, de un poco más de un minuto y con más de 800 comentarios, Saavedra cuenta que “a diferencia de las garrapatas en Latinoamérica que siempre la tienen los perros, aquí es una garrapata que siempre ataca a las personas. Entonces, todos aquí tienen que vacunarse para evitar tener enfermedades. Es muy peligroso si te llega a picar una de estas garrapatas porque transmiten enfermedades que pueden ser muy graves. Así que hay que tener mucho cuidado“.
Según el medio alemán Der Spiegel, estos animales se han propagado más que otros años debido al aumento de las temperaturas durante este verano europeo. También advierten que su presencia se seguirá propagando debido al calentamiento global. Además, recomiendan que turistas que planeen pasar tiempo al aire libre este verano se vacunen contra la encefalitis trasmitida por garrapatas.
Las especies de garrapatas
El doctor en Ciencias Veterinarias, académico de la Universidad de Chile y especialista en parasitología y enfermedades parasitarias, Fernando Fredes, explicó a The Clinic que “sería interesante conocer a qué género o especie de garrapata se refiere (el chileno en su video). Ya que, asociado a ecosistemas arbóreos de esa parte del mundo se han descrito fundamentalmente garrapatas del género Ixodes. Como por ejemplo Ixodes ricinus (wood tick). Así como también se ha descrito a Dermacentor reticulatus (garrapata de los bosques aluviales) e incluso más recientemente garrapatas del género Hyalomma, que ha llegado fundamentalmente a través de las aves migratorias”.
“En América Latina y en ecosistemas forestales, también se han descrito varias especies de garrapatas y las más frecuentes incluyen los géneros Amblyomma, Ixodes y Rhipicephalus. Menos abundantes, por lo tanto, algunos géneros se pueden compartir, pero las especies pueden ser diferentes”, agregó.
Junto con eso, el experto contó que “las garrapatas tienen características macroscópicas y microscópicas que permiten diferenciarlas de otros artrópodos. Por ejemplo, para diferenciar entre garrapatas, en el dorso de estas se puede observar la presencia o ausencia de un escudo, y si este existe, puede ser o no ornamentado. A pesar que las garrapatas son arácnidos, el número de patas cambia según el estadío. Ya que si es una larva tiene tres pares de patas y si es un estado ninfal o adulto tiene cuatro pares. El tamaño de la garrapata también puede variar según estadío, la especie y si se han alimentado o no; entre otros factores”.
“La identificación precisa de las garrapatas puede ser importante para evaluar el riesgo de enfermedades transmitidas. Para una identificación más precisa, especialmente cuando se trata de estadíos inmaduros o cuando las características morfológicas no son claras, las herramientas diagnósticas moleculares son de gran ayuda”, recalcó el veterinario.
El panorama en Latinoamérica: ¿Qué enfermedades pueden transmitir?
Fredes detalla que “el hábito alimenticio de las garrapatas es consumir sangre. Es decir, son hematófagas y lamentablemente que una garrapata succione sangre de un ser humano, es posible y cada vez más frecuente en el mundo entero. Ya sea porque las personas se introducen en ecosistemas donde estos artrópodos están en abundancia y esperando a un animal para alimentarse”.
Junto con eso, afirma que las garrapatas son bastante específicas con sus huésped. Pero “cuando el hospedero habitual escasea o circunstancialmente pasa cerca de ellas otro tipo de hospedero (incluido el ser humano) pueden picar y succionar sangre de estos. Ya que para ellas las señales que les permite localizar a su o sus hospederos son el movimiento, el dióxido de carbono y ciertos olores. Así también, esto puede ocurrir en otros lugares y fuera de los bosques. Ya que está descrito que debido al cambio climático las garrapatas pueden ir abarcando nuevos nichos ecológicos”.
Además, el especialista advierte que “existen varias enfermedades que pueden ser transmitidas por la picadura de una garrapata, lo que agrava más la situación. Ya que, además de ser un parásito por succionar sangre (que de por sí puede llegar a ser una afección importante en individuos débiles), existe la posibilidad que este artrópodo sea portador de otros agentes (bacterianos, virales y parasitarios) los que se transmiten mediante la picada y mientras la garrapata succiona sangre para alimentarse de un animal o persona”.
“Dentro de las enfermedades que más se transmiten por garrapatas a humanos y animales se encuentran algunas bacterianas y parasitarias. Como son la enfermedad de Lyme, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, la babesiosis y la ehrlichiosis“, añadió.
En caso de ser atacado por una garrapata
“En caso de una picadura de garrapata, se recomienda retirar sin aplastar, limpiar y desinfectar la zona. Además de buscar atención médica, por los riesgos de infección y enfermedades asociadas”, recalca Fredes.
En caso de mascotas, se debe proceder de la misma forma y sacar la garrapata con mucho cuidado y después desinfectar la zona afectada. “Lo ideal siempre será eliminar el riesgo de que las garrapatas los piquen. Para esto se pueden utilizar acaricidas que tengan buenos resultados. Sin embargo, se ha descrito que el uso intensivo de estos productos ha conducido a la pérdida de la eficacia, debido a la presión de selección de poblaciones de garrapatas resistentes, además de contaminar el medio ambiente. Por ello, y para retardar la aparición de poblaciones resistentes, es necesario emplear métodos de control alternativos al uso de los fármacos tradicionales, que incluya un manejo integrado con acaricidas y/o repelentes naturales”, explica Fredes.
Fuente: The Clinic
