YouTube ofrece pagos a las principales discográficas para entrenar su IA con música licenciada y expandir herramientas generativas.
Después de lanzar una función de inteligencia artificial (IA) el año pasado que permite generar música en el estilo de diferentes artistas, YouTube está buscando ampliar esta herramienta.
La plataforma, propiedad de Google, está en conversaciones con las principales discográficas, incluyendo Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Records, para licenciar sus canciones y utilizarlas en el entrenamiento de nuevas herramientas de música con IA.
Según el Financial Times, YouTube ofrece pagos globales únicos a estos sellos discográficos a cambio de las licencias necesarias. Aunque YouTube ha afirmado que no planea expandir “Dream Track”, la plataforma está trabajando en otros experimentos que involucrarán la música de “docenas” de artistas. Estas herramientas de IA podrían ser lanzadas a finales de este año.
Un proceso complejo
Sony Music ha advertido enérgicamente contra el uso no autorizado de su contenido por IA, y Universal Music Group retiró temporalmente su catálogo de TikTok debido a disputas sobre música generada por IA. Además, en enero pasado, más de 200 artistas, entre ellos Billie Eilish y Pearl Jam, solicitaron a las empresas tecnológicas que dejen de usar IA para infringir los derechos de los artistas humanos.
Según reportó The Verge, Las discusiones entre YouTube y las discográficas coinciden con la reciente demanda de la Asociación de la Industria de la Grabación de América (RIAA) contra las principales compañías de música generativa con IA, Suno y Udio. La RIAA alega que estas empresas utilizaron copias no licenciadas de grabaciones para sus producciones, buscando hasta $150,000 en daños por cada infracción.
Esta situación subraya las crecientes tensiones entre las empresas tecnológicas y la industria musical sobre la utilización y monetización de contenido generativo con IA. Mientras YouTube busca innovar en el espacio de la música generativa, las discográficas y artistas exigen protección y compensación adecuada por el uso de sus trabajos en el desarrollo de nuevas tecnologías.