En las últimas semanas estuve probando el Samsung Galaxy Watch Ultra, un reloj que como su nombre nos indica, apunta a usuarios ultra comprometidos a sus actividades, sobre todo en el ámbito deportivo, y con ello, al seguimiento de sus metas.
Presentado en julio de 2024 —en uno de esos grandilocuentes Galaxy Unpacked—, recién en marzo de este año arribó oficialmente a Chile para cautivar a quienes buscan una dosis extra de rendimiento en sus relojes.
A diferencia de su hermano menor, el Galaxy Watch 7 —disponible en dos versiones de 40 y 44 mm—, el Galaxy Watch Ultra se ofrece en un único modelo de 47 mm y con un peso mayor: 94 gramos. Pero esto se encuentra más que justificado, junto al hecho más importante, que nunca se sintió incómodo en ese apartado.
Impresiones iniciales
A diferencia de otros en el mercado, el Galaxy Watch Ultra se camufla bastante bien como un modelo analógico o tradicional. De hecho, fue un comentario recurrente entre quienes me vieron con él.
En ese sentido, hereda el histórico diseño redondo de un reloj de muñeca, con una gran pantalla que —por cierto— permanece siempre encendida y se ilumina al levantarlo para ver la hora o alguna notificación.
Su pantalla, un cristal de zafiro de 1,47 pulgadas, es otro de los aspectos llamativos. Gracias a su tamaño, la visualización de contenido es cómoda y todo se ve bien organizado. Además, hay espacio suficiente para interactuar con precisión, sin temor a tocar por error otros botones táctiles.
El modelo facilitado por Samsung para esta revisión venía con una correa de plástico. Si bien este material y su construcción pueden ser adecuados para muchos usuarios, personalmente no es mi favorito, ya que tiende a generar tirones con los vellos de la muñeca. Por lo mismo, recomiendo considerar antes una buena correa alternativa desde el principio, para evitar molestias innecesarias. Mi recomendado: aquellos de tela.
Un compañero resistente
Fue un sábado al mediodía cuando, tras completar la carga, comencé a usar el reloj. Su autonomía es, sin duda, uno de los aspectos que más destaco: recién el lunes por la tarde me notificó que debía volver a cargarlo. Prácticamente dos días de uso continuo, gracias a su batería de 590 mAh, optimizada por software.
La construcción del Galaxy Watch Ultra se diferencia de otros relojes presentados recientemente por la compañía, al incorporar un borde elevado sobre la pantalla que simula un bisel giratorio. Sin embargo, aunque el bisel existe, no cuenta con esa capacidad de rotación. Su función entonces, es más bien la de proteger la pantalla ante posibles golpes accidentales.
Cuando comencé a usarlo en las primeras horas, intenté inocentemente girar el bisel, aunque —como ya mencioné— no tiene esa función. ¿Decepción? No del todo, pero sin duda habría sido un buen diferenciador frente al modelo con el que evidentemente busca competir: el Apple Watch Ultra, cuyo diseño rectangular lo hace inconfundible. Eso, y su precio, el doble ($949.990) de la versión de Samsung.
Pero volvamos al Galaxy Watch Ultra y su construcción: el dispositivo cuenta con una estructura de titanio “de grado militar”, que promete resistencia a entornos exigentes. De hecho, su rango de aguante va entre -20 °C y 55 °C. Es decir, para la montaña o en eventos de alto calor.
Con lo anterior, mis pruebas confirmaron que el reloj está preparado para soportar escenarios de exigencia, como golpes contra esquinas o caídas accidentales. En ninguno de esos casos aparecieron rayas ni marcas. Queda claro que la elección de materiales (titanio) no es casual: el equipo está pensado para deportistas, como quienes practican escalada, que requieren resistencia extra y donde las probabilidades de impacto son mayores.
Por cierto, el Galaxy Watch Ultra incluye sensores como acelerómetro (32G), giroscopio, barómetro, brújula y para temperatura, todas las cuales sirven en base a las funciones nativas como otras que se descargan mediante aplicaciones.
Funciona mejor solo
En mis rutinas de ejercicio, el reloj demostró ser bastante inteligente. Detectaba con precisión tanto mis caminatas como los entrenamientos de cardio, ya fuera en trotadora o elíptica. Y apenas percibía una pausa —al bajarme de una máquina, principalmente—, el contador de minutos también se detenía. Al retomar la actividad, el cronómetro continuaba desde donde se había quedado.
Lo anterior me pareció especialmente llamativo: incluso al detenerme en un semáforo, el reloj reaccionaba correctamente. Es decir, no se le podía engañar.
En mi experiencia, su modo me es más eficiente que el Apple Watch Ultra, que al detectar actividad siempre pregunta y requiere de una confirmación del usuario. En cambio, el reloj de Samsung la identifica automáticamente y la activa, alertando al usuario con una leve vibración.
Pero no todo es perfecto. Noté un problema al registrar manualmente el inicio de un ejercicio. Me ocurrió durante una sesión en la trotadora: activé el seguimiento, todo comenzó bien, pero olvidé detenerlo a tiempo. Ya en otra máquina, recibí una notificación indicando que llevaba 30 minutos trotando, lo que no era cierto, ya que había terminado varios minutos antes.
En definitiva, el reloj no detectó que me había bajado cuando en modo automático lo hace perfecto.
Entiendo que en este caso la programación priorice el control manual —ya que uno inicia la sesión—, pero se esperaría un poco más de inteligencia del sistema, especialmente considerando que los sensores sí pueden detectar que uno dejó de correr.
En cuanto a los botones físicos, el dispositivo cuenta con tres. El principal es el botón redondo ubicado en el centro, que por defecto abre una lista de ejercicios, aunque se puede personalizar para ejecutar otras acciones según las necesidades del usuario. Los otros dos botones permiten regresar a la pantalla anterior o volver al inicio, dependiendo de la configuración y orientación que uno use el reloj.
Durante mis días con el Galaxy Watch Ultra, fueron pocas las veces que recurrí a los botones físicos ya que la pantalla táctil fue mi principal medio de interacción. Aquí, claro, entra en juego una cuestión de preferencias: es sabido que hay usuarios que valoran más los botones físicos, y tiendo a pensar que Samsung los incluyó considerando más a ese grupo.
Por cierto, al mantener apretado ese botón circular se puede activar una alarma que suena fuertemente. Esta función está pensada principalmente para situaciones de emergencia, como cuando un usuario se extravía en una zona remota y necesita alertar sobre su ubicación.
El Galaxy Watch Ultra sin duda cumple con sus promesas: es resistente, tiene una batería de larga duración y cuenta con funciones de salud inteligente y análisis detallado. Ofrece monitoreo constante de la frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno en sangre (SpO2), variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV) y electrocardiogramas (ECG).
El análisis se realiza a través de las aplicaciones nativas de salud de Samsung, que, por ejemplo, te alertan ante variaciones importantes. En mis casos de sueño, al despertar, el reloj evaluaba con un puntaje la recuperación y recomendaba la necesidad de descanso si detectaba que la calidad no fue la óptima.
En resumen, el hardware y software del Galaxy Watch Ultra se integran de manera eficaz, haciendo que sea una opción atractiva tanto para atletas de alto rendimiento como para usuarios en general. Pero si hay algo que le echo de menos al equipo es un diseño que me demuestre que sea más premium que las ediciones comunes. No mentiré al decir que me parece bonito en mano y se nota que aguanta –su objetivo detrás–, pero es difícil verle un diferenciador en diseño frente a tanta competencia.
La elección entre este modelo Ultra o su hermano menor, el Galaxy Watch 7, dependerá completamente del usuario. El primero destaca por ser más robusto, resistente y con una batería de mayor duración. El segundo, en cambio, es más compacto, ligero, con autonomía más acotada, pero mantiene prácticamente los mismos sensores y prestaciones —a un precio más accesible–.
En definitiva, todo se reduce a preferencias y presupuesto. Ahí, cada quien decide.
En Chile, el Samsung Galaxy Watch Ultra se encuentra a $649.990, mientras que el Galaxy Watch 7 desde los $219.990.
Fuente: The Clinic