La tecnología y sus acelerados avances en ámbitos como la inteligencia artificial (IA) han contribuido a que surjan nuevas preguntas en torno a cómo será el futuro. Incluso, dentro de un corto plazo.
En este sentido, cómo afectará en la sexualidad y las relaciones de pareja es una de las dudas que genera mayor expectación. Y también, preocupación.
El informe The Future of Sex Report liderado por el futurólogo Ian Pearson sugiere que para el año 2030 “la mayoría de las personas practicarán algún tipo de sexo virtual”.
Asimismo, presumen que para el 2035 “la mayoría de la gente tendrá juguetes sexuales que interactúen con la realidad virtual”.
Más de una década después, para 2050, pronostican que el sexo entre humanos y robots podría superar al que tienen las personas.
Independientemente de la asertividad que pueda tener dicho informe, estos eventuales escenarios han despertado múltiples dudas desde distintas áreas.
Entre ellas están las implicancias éticas, los riesgos que podría significar para la seguridad y las consecuencias que podrían tener estos avances en la salud mental de los usuarios.
Sin embargo, especialistas como Pearson ven un futuro prometedor en este campo.
Según declaraciones suyas rescatadas por El País, “podrás emplear tu IA favorita con cualquier robot, algo que puede resultar muy placentero para aquellas personas que quieran vivir sus fantasías sin las ataduras, emociones y compromisos que tienen las relaciones reales”.
En una línea similar se encuentra el representante de las firmas de juguetes sexuales Lovehoney Group y Womanizer, Fabian Schmolck. De hecho, un artículo publicado por dicha empresa en 2024 plantea que los algoritmos serán fundamentales para crear experiencias personalizadas que se adapten a las preferencias de los usuarios.
“La IA tiene un gran potencial de personalización. Nos permite interpretar datos y elaborar respuestas individuales basadas en información sensorial, como la temperatura corporal y el pulso, para adaptarlas a las necesidades del usuario. Por ejemplo, los futuros juguetes sexuales podrían reconocer si estás teniendo un orgasmo y, a partir de tu comportamiento, saber si deben aumentar o disminuir la intensidad”, declaró al citado medio.
Y junto con ello, aseguró que entre los proyectos que están desarrollando actualmente en la compañía está la tarea de crear “chatbots educativos para hablar de sexualidad”, para que así los usuarios puedan “explorar y entenderse a sí mismos de nuevas maneras”.
“Tenemos que hablar de que la sexualidad de cada persona es diferente, y esto lleva a preguntas y necesidades particulares en cuanto a la educación sexual, recomendaciones de productos o historias sexuales”, enfatizó Schmolck.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA SEXUALIDAD DE LAS PERSONAS
La psicóloga y sexóloga de la tienda de juguetes sexuales Diversual, Lucía Jiménez, opinó en conversación con el citado periódico que estas herramientas podrían ser útiles para abordar ciertos casos y “mejorar la inteligencia erótica”.
Define este último concepto como “la capacidad de moverse con fluidez en el plano sexual con una misma y las demás, y para aumentar el deseo”.
Asimismo, dijo que la IA podría utilizarse para mejorar la eficiencia de elementos como los vibradores o “incluso como apoyo en terapia sexual para poder entrenar a la persona en la interacción sexual, con la seguridad de que no sea una persona real y así no exponer al rechazo”.
A pesar de estas visiones, aspectos como los límites dentro del mundo virtual y la utilización de imágenes sin consentimiento siguen en jaque.
El representante de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, Marc Rivero, dijo al citado medio que uno de los grandes desafíos en esta materia es encontrar un equilibrio entre la censura, la libertad y la protección de la privacidad de los cibernautas.
“Técnicamente, la IA debe ser capaz de diferenciar entre consentimiento informado y situaciones abusivas. Sin embargo, esto puede ser extremadamente complejo ante la sutileza de las interacciones humanas”, enfatizó.
No obstante hizo hincapié en que “gracias a los avances significativos en procesamiento de lenguaje natural (PLN) y reconocimiento de imágenes, las IA podrán identificar y censurar en tiempo real lenguaje inapropiado, imágenes explícitas no consentidas y comportamientos abusivos”.
Mientras tanto, los debates en torno a este ámbito continúan. Y pese a que cada vez se esbozan nuevas propuestas, también surgen en paralelo nuevos puntos a evaluar.
Fuente: La Cuarta