“Tengo clientes con una vejiga con cáncer. Que les sacaron una cucharada de cáncer y siguió con cáncer (…) Comenzó a tomar agua de mar y a la semana tenía la vejiga completamente cerrada y sin cáncer“. Así se promociona en redes sociales un emprendimiento llamado “Sanadictino”.
Se trata de un hombre de la Región de Valparaíso que vende, en botellas de vidrio, agua de mar. Hace envío hacia todas las regiones del país con la falsa promesa de curar enfermedades como el cáncer, gastritis e incluso la diabetes.
“Recolectamos agua de mar de forma responsable, en zonas limpias y controladas de la costa chilena. La filtramos cuidadosamente en frío, sin químicos ni conservantes, para que llegue a ti en su estado más puro y vivo”, afirman en su página web.
¿El agua de mar tiene el poder de curar enfermedades?
El doctor Sergio Castillo, PhD en Ciencias Médicas y director de la carrera de Medicina de la Universidad Mayor en Temuco, explicó a The Clinic que “no existe sustento científico para tal aseveración, pues no hay un mecanismo que pudiese estar involucrado en el manejo de ambas patologías.
Por el contrario, la alta tonicidad del agua de mar, así como la presencia de microorganismos puede llevar a complicaciones graves, incluyendo depleción de volumen y deshidratación celular, con desequilibrio electroquímico secundario, que pudiese llegar a ser fatal sobre todo en pacientes previamente descompensados”.
Junto con eso, indica que “existe la creencia de que el alcalinizar el cuerpo podría traer beneficios para la salud, particularmente en cáncer. Sin embargo, ello no está comprobado y no pasa de ser una creencia difundida. En condiciones fisiológicas, el cuerpo tiene la capacidad de regular finamente el estado ácido-base, manteniendo un pH entre 7,35 y 7,45. Así, aunque se administren productos o alimentos ‘alcalinizantes’, los riñones y pulmones son capaces de compensar la variación de protones, manteniendo el pH de la sangre en límites seguros, alcalinizando la orina y/o modificando la frecuencia y profundidad de la respiración. Solo en condiciones de enfermedad es posible alcalinizar efectivamente la sangre, lo que conlleva problemas que pueden ser fatales cuando el cambio es significativo“.
En sus videos, el hombre asegura que cuando tomamos entre 15 a 30 ml de agua de mar, disueltos en agua, “estamos tomando un vaso de plasma” que saca las toxinas del cuerpo. Al respecto, Castillo es enfático: “Definitivamente no. Ni es similar al plasma ni ‘saca toxinas’ del cuerpo”.
Las consecuencias de tomar agua de mar
Sobre las consecuencias de tomar agua de mar, Castillo dice que “las soluciones hipertónicas, como el agua salada, inducen deshidratación al arrastrar agua fuera de los tejidos. Ello obliga a beber una mayor cantidad de agua para compensar las pérdidas. Si no se compensan puede llevar a falla renal y colapso cardiovascular. Este es uno de los motivos por el cual los náufragos mueren de sed en medio de un océano de agua salada”.
“Por otra parte, el agua de mar está repleta de vida (zooplancton y fitoplancton, gusanos, bacterias y virus). Los cuales pueden inducir reacciones alérgicas, vómitos y diarrea agudas. Además de parasitosis crónicas, incluyendo cryptosporidiosis, giardiasis, amebiasis, anisakiasis y esquistosomiasis”, añadió. “A largo plazo pudiesen haber complicaciones asociadas a la hipernatremia crónica, incluyendo hipertensión arterial, cardiopatía secundaria, daño renal crónico; las parasitosis, infecciones gastrointestinales crónicas y enfermedades por metales pesados también son complicaciones posibles”.
Fuente: The Clinic