“Cortitas. Muy cortitas. Porque así lo encuentro más higiénico“, relata María Carolina cuando le preguntan cómo le gusta cortarse las uñas. Esa tendencia es criticada por la hija de la mujer, quien la acusa de cometer una salvajada al no dejarse casi uña.
Largas, cortas, almendradas, limadas, usando cortauñas o con tijeras especiales. Variados son los gustos y los implementos que utilizamos para cortar nuestras uñas de las manos y de los pies, sin embargo, solo hay un modo correcto y es el que enseñan los expertos en esta materia.
Al respecto, la docente de Podóloga Clínica de AIEP, Anita Briceño Peña, explica que “la herramienta más eficaz y recomendada es el alicate podológico. Ya que está diseñado específicamente para las uñas de los pies, que suelen ser más gruesas y duras que las de las manos. Es más preciso, pero solo se recomienda para uso de profesionales podólogas clínicas. En el hogar se recomienda tijeras, cortauñas o corta cutícula, que tengan buen filo y que den seguridad y control en su uso, lo importante es realizar el corte de uñas con buena luz y después de la ducha“.
Briceño detalla que “el corte debe ser recto o cuadrado, con las esquinas ligeramente limadas, no redondeadas ni demasiado cortas. Esto evita que la uña se incruste en los pliegues laterales del dedo, lo cual es la principal causa de las uñas encarnadas”.
Los errores más comunes en las uñas
La académica explica que “el error más común es cortar las uñas demasiado cortas o redondear los bordes laterales, lo que puede generar una uña encarnada. Otros errores frecuentes incluyen usar herramientas no higienizadas, compartir utensilios, o no consultar a un profesional cuando hay dolor o signos de infección”.
Con respecto a las tendencias o prácticas que no recomienda en absoluto, detalló:
Arrancar o cortar los bordes de las uñas encarnadas en casa, lo cual puede agravar la situación o causar infecciones.
Usar limas metálicas agresivas o herramientas no esterilizadas.
Aplicar remedios caseros como vinagre o ajo en heridas o infecciones, ya que pueden empeorar el cuadro.
Tendencias estéticas como el uso excesivo de esmaltes semipermanentes o uñas acrílicas en los pies, que impiden que la uña respire, ocultan hongos y generan humedad crónica.
Mantener los utensilios limpios en un lugar resguardado en el hogar y deben ser de uso personal exclusivo.
Fuente: The Clinic