«Si usted los usa durante el día y se acuesta en la noche, puede encontrar más bacterias que las de la taza del baño», enfatizó en el matinal ‘Tu Día‘.
En este sentido, el doctor Ugarte afirmó que estas prendas se llenan de bacterias cuando los usamos. «El pie tiene pérdida de células que se escapan, hay presencia de bacterias, sudor, humedad, los usamos en el zapato donde no hay ventilación ni luz solar, que ayuda a controlar el crecimiento bacteriano. Se han hecho cultivos y se han visto que puede tener hasta 20 veces más bacterias que la taza del baño».
«El problema no es que toque el suelo con el calcetín, es al revés, de adentro hacia afuera. Está en contacto con nuestra piel, en nuestra piel habitan bacterias, hay estreptococo, estafilococo, hay hongos en nuestra piel, es normal, pero con la humedad que se encierra, el calorcito, la temperatura, prolifera y se multiplican», detalló.
Calcetines podrían tener más bacterias que la taza del baño
Sobre los riesgos de utilizar prendas con microorganismos, el doctor Ugarte señaló que «si usamos calcetines con bacterias y hongos se pueden producir irritaciones de la piel. Si hay una herida se puede infectar. Las personas que sufren de diabetes más fácilmente pueden presentar una infección y pueden aparecer infecciones por hongos en los tejidos de la piel».
En el caso de sentirse más cómodo durmiendo con calcetines, el experto recomienda lavar los pies, secarlos bien para evitar la humedad y utilizar un par limpio.
Por otra parte, con respecto a la ropa de cama, el Dr. Ugarte recalcó la importancia de lavar las almohadas. «Uno descansa la cabeza, mayor sudoración, se humedece y eso favorece la proliferación bacteriana entonces la funda debe lavarse cada vez que se cambian las sábanas. La misma almohada debería lavarse», idealmente cada dos meses.
«Cuando laven ropa de cama, se debe lavar con agua a 60 grados para matar la presencia de microorganismos», recomendó.
Sobre las toallas, enfatizó que «es importante que antes de irse se dejen secando, la luz ultravioleta y el aire va generando una desecación, pero cada dos o tres días, uno debería cambiar toallas«.
«El olor a humedad no es solo que haya presencia de agua, el agua es insípida e inodora, lo que huele es el material orgánico que se acumula, bacterias y hongos que proliferan, aprovechando la humedad, los restos de piel y bacterias», precisó el doctor Ugarte.
Fuente: T13