El huevo es uno de los alimentos con altos beneficios nutricionales. A pesar de que en la actualidad existe una basta información sobre su aporte en la salud, aún persisten muchos mitos sobre su consumo.
El huevo es un alimento que destaca por su versatilidad, sabor y alto aporte de vitaminas, minerales y proteínas al cuerpo.
En ese sentido, Sandra Wages, nutricionista del Instituto Latinoamericano del Huevo, y Enrique Díaz Yubero, del Instituto de Estudios del Huevo, aclaran mitos y verdades sobre este alimento nutritivo.
“Los huevos son malos para el colesterol”
Esta primera frase es falsa, pues los estudios han demostrado que el colesterol de los alimentos no afecta realmente los niveles de colesterol en sangre. La yema del huevo contiene colesterol, sin embargo, este no eleva significativamente los niveles de colesterol.
Esto quedó comprobado en un reciente estudio, presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, quienes realizaron una investigación con 140 pacientes con enfermedad cardiovascular o con alto riesgo de padecerla.
En los resultados se encontró que quienes comieron más huevos no mostraron un impacto negativo en sus niveles de colesterol en comparación con los que comieron menos, o nada de huevo.
Incluso, se evidenciaron algunas mejoras en otros aspectos de la salud. Los resultados indicaron que los niveles de colesterol de las personas que consumieron huevos fortificados, la mayoría de los días de la semana, fueron similares en comparación con aquellas que no comieron huevos.
“Comer huevo todos los días es malo para la salud”
Comer huevos todos los días es beneficioso para la salud, ya que es un alimento que posee muchos beneficios y una gran cantidad de proteínas.
El huevo también contiene otros nutrientes importantes para el cuerpo como son la colina, la luteína y la zeaxantina. Se ha demostrado que estos son buenos para el bienestar de la salud del cerebro, el sistema nervioso y la inteligencia.
En palabras de Díaz, el consumo de cualquier alimento en exceso no es deseable, pero respecto al huevo, “tampoco es razonable la exclusión de este alimento de la dieta sin una causa justificada, ya que limita la variedad de la dieta e impide que las personas se puedan aprovechar de los beneficios”, explica a ABC.
No obstante, Díaz también indica que consumir huevo todos los días, dependerá de ciertos factores.
“La dieta aconsejable para cualquier persona, depende del gasto energético y debe incluir diferentes grupos alimentarios en las proporciones adecuadas. Un consumo excesivo de cualquier alimento puede limitar el consumo de otros que son también deseables”, menciona.
“La clara del huevo contiene más proteínas que la yema”
Aquella frase no es un mito, no obstante, hay que dejar en claro que el 40 % de las proteínas del huevo está en la yema. En ese sentido, la yema no debería ser excluida de nuestra alimentación, explica Wages.
“En la clara se encuentra más de la mitad de las proteínas del huevo y de la vitamina B2 del huevo. En la yema se encuentran el resto de proteínas y vitamina B2, y casi todos los nutrientes del huevo”, menciona Enrique Díaz.
“Realizar huevo frito provoca que se pierdan nutrientes”
Respecto a esta frase, se considera falsa. En el huevo frito no se pierde mayor cantidad de nutrientes porque la mayoría se encuentra en la yema, están cubiertos por la membrana vitelina, y por lo tanto, no existirá mayor oxidación de nutrientes.
A esto último, la nutricionista explica lo que sí va a suceder: en la fritura se va a agregar grasa a la preparación.
Por ejemplo, un huevo tiene aproximadamente entre 65 y 69 calorías, pero cuando lo freímos le estamos sumando 45 calorías adicionales.
“Los huevos café son más saludables que los huevos blancos”
Por último, la frase anterior es falsa, ya que los huevos café y los huevos blancos son “absolutamente” iguales, porque el valor nutricional del huevo depende en sí de lo que come la gallina.
Por su parte, el color de la cáscara dependerá de la raza de la gallina, por ejemplo, las gallinas marrones y negras pondrán huevos pardos, mientras que las gallinas blancas pondrán huevos blancos.
A esto último, Díaz complementa: “La calidad del huevo depende principalmente de su frescura, no del color de la cáscara”.
Fuente: BioBioChile