Luego de una denuncia que realizó en julio la agrupación Pescadores Industriales del Biobío, se llevó a cabo un estudio para determinar el verdadero contenido de unas latas de conserva que se estaban comercializando como jurel en nuestro país.
Así, equipos de la Seremi de Salud Metropolitana y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, recogieron muestras de conservas en diferentes lugares de expendio y bodegas, para asegurar trazabilidad y transparencia en la investigación.
Y los resultados del análisis elaborado por el Laboratorio de Genómica y Genética de Interacciones Biológicas del INTA fueron contundentes: las latas de las cinco marcas cuestionadas por la agrupación de Pescadores Industriales del Biobío no contenían la especie jurel (Trachurus murphyi), sino que caballa (Scomber spp.).
Estas cinco marcas, de origen chino, son: Acuenta, Barquito, Novamar, Coliseo, Unimarc. A ellas se debe agregar una sexta de nombre La Mar, la que se encontraba solicitando su ingreso al mercado chileno para la venta de jurel, sin embargo sus latas -al igual que las otras cinco- contenía caballa.
Sobre este estudio, Carmen Gloria Yáñez, directora de Asistencia Técnica del INTA de la Universidad de Chile, explicó que “se realizó un análisis de tipificación de especie por secuenciación, lo que implica extraer el ADN de cada una de las muestras, luego se lee su código genético en un secuenciador y se compara con grandes bases de datos”.
“De las muestras analizadas solo dos –marcas chilenas- correspondieron a Trachurus murphyi (jurel) y el resto a Scomber spp (caballa)”, agregó. Esas dos marcas chilenas son San José y Único.
Falso jurel: las medidas de la autoridad sanitaria
La seremi de Salud de la Región Metropolitana (s), Alejandra Hernández, declaró que “estos resultados refuerzan la importancia de la fiscalización y de la trazabilidad de los alimentos que se comercializan en nuestro país”.
En ese sentido, Hernández comentó que “hemos instruido los sumarios sanitarios correspondientes y las empresas deberán retirar los productos del mercado hasta su correcta rotulación, señalando la verdadera naturaleza del alimento”.
En cuanto a multas económicas, estas podrían ascender hasta 1.000 UTM, lo que equivale a $65 millones.
Eso sí, la seremi también señaló que en estos casos “o estamos hablando de un problema de inocuidad. El producto no es tóxico y su consumo es seguro. Pero sí hay una infracción grave al reglamento sanitario de alimentos por rotulación engañosa”.
Fuente: The Clinic