La destacada artista nacional se presentó en la edición del certamen en 2020. Sin embargo, durante el estallido social, manifestó explícitamente su apoyo a las demandas sociales además de palabras muy críticas a instituciones como carabineros, lo que generó cuestionamientos y resquemores por parte de algunos concejales. Acá, las claves una historia que estaba oculta y de la que han circulado versiones contrapuestas.
Ganadora de cuatro premios Grammy Latino, Mon Laferte se posiciona como una de las cantantes chilenas más relevantes a nivel nacional y mundial. Además de su faceta como compositora, la artista ha mostrado su apoyo a diversas causas e ideales, entre ellas el feminismo y los derechos humanos, circunstancias que la han puesto en el ojo de la crítica en variadas ocasiones.
A modo de repaso, durante el estallido social en 2019, Mon Laferte participó en la colaboración El derecho de vivir en paz, canción de Víctor Jara que reunió a varios nombres nacionales. Además, vino al país, participó en eventos y lanzó la canción Plata ta tá, una diatriba a ritmo bailable que se sumó al cancionero contingente, el que contó con la colaboración del puertorriqueño Guaynaa.
En noviembre de ese año los ojos del mundo se centraron en la artista. En la alfombra roja de los Grammy Latino, Mon Laferte, quien estaba nominada en la categoría Mejor Álbum de Música Alternativa, sorprendió con su atuendo. Con el pecho descubierto y un abrigo que cubría el resto de su cuerpo, la viñamarina llevaba escrita la consigna ‘En Chile torturan, violan y matan’. Además, un pañuelo verde, símbolo a favor del aborto gratuito, libre y seguro.
Asimismo, generó comentarios una entrevista a Univisión, donde entre otras cosas, fue consultada por los saqueos a supermercados e incendios a estaciones del Metro registrados en el contexto del estallido. “Hay muchos casos donde la misma policía y los mismos militares fueron quienes estuvieron incendiando”, señaló. Esas palabras hicieron que la policía uniformada presentara a Fiscalía una solicitud para llamarla a declarar, lo que finalmente fue descartado por el Ministerio Público, asegurando que “ninguna de las Fiscalías Metropolitanas ha determinado que la diligencia solicitada sea relevante para las diferentes investigaciones”.
Todo estos hitos ocurrieron a meses antes de la presentación de la cantante en el Festival de Viña del Mar 2020, al que llegaba como una estrella internacional tras un consagrador debut en 2018. Un proceso que corrió en paralelo, ya que el Comité Ejecutivo del Festical (integrado por 3 representantes de cada canal, más el productor general del evento), trabaja durante el año y envía la nómina inicial de nombres a considerar en agosto.
Pero con los sucesos que la viñamarina acumuló en la previa, algunos concejales manifestaron a El Mercurio de Valparaíso, su aprensión ante la posibilidad que artista pudiera desde el escenario lanzar discursos en pos de “incitar el odio y la violencia”.
“La verdad de las cosas, es que hacer un llamado a prácticamente participar en la quema de un supermercado, es casi una incitación al odio y, lógicamente, el clima del festival se ve enrarecido y ese tipo de declaraciones no ayudan a que tengamos un espíritu de paz en el país”, sostuvo en esa oportunidad el concejal Jaime Varas (UDI).
Esa aprensión no llegó a traducirse en una decisión concreta, a diferencia del reciente caso de Peso Pluma, cuya presencia en el Festival de Viña fue cuestionada directamente por el Directorio de TVN, a raíz de una muy comentada columna de opinión del sociólogo Alberto Mayol. Más aún, en una decisión inédita, este organismo solicitó a la Comisión Organizadora revisar la invitación. La jugada no prosperó porque dicha instancia, señalaron los asesores técnicos, no tiene la facultad para tomar esa decisión.
¿Y qué pasó en realidad con el caso de Mon Laferte en 2020? En privado, quienes conocieron de cerca la trastienda del evento internacional señalan a Culto que la presencia de la artista, en ese momento puntual, habría generado resquemor entre algunos ejecutivos de los canales asociados.
Pero las fuentes matizan; unos dicen que en esa temporada no había una aprensión sobre algún artista en particular, sino por el tono general de las declaraciones que pudieran darse en el escenario. Otro, conocedor de la interna, señala que no hubo reparos y que en realidad ese año, por la situación del país, se buscó tomar las precauciones para que los shows se pudieran desarrollar sin inconvenientes.
Volviendo al presente, se generó un debate en redes sociales el nuevo videoclip lyrics de Pornocracia, canción que forma parte del último álbum de estudio de Mon Laferte, llamado Autopoiética. Como “vulgar”, “violento” u “obsceno” catalogaron algunos usuarios la pieza audiovisual, donde se ve a la cantante recostada mientras se sugiere que un hombre le realiza sexo oral.
“Se dice que es violento, obsceno, y quiero decir que en mi cabeza no es así, en mi cabeza no lo veo de esa manera”, dijo la artista a través de un en vivo en Instagram.
Sin embargo, agradeció el debate. “Creo que es importante que existan diferentes puntos de vista y que esto abra un poco el debate, siempre es buena la conversación y una reflexión en torno a la música, está bien. Pienso que el arte tiene esa función, reflejar lo que somos como sociedad”, explicó.
Asimismo, aclaró el público al que está dirigido su música. “Mi música nunca ha sido para niños. Mi música es para adultos”, puntualizó. “Soy artista y no puedo estar creando música pensando: ‘no voy a decir esto porque algún niño lo va a escuchar’”, continuó.
Fuente: La Tercera