A poco más de un mes de su viaje original, Shakira cumplió la promesa y regresó a Chile para saldar una deuda que se extendía por siete años, y que dejó una postal opaca en 2018. Anoche, la cantante colombiana ofreció la primera de tres fechas chilenas de la gira “Las Mujeres No Lloran World Tour”, la misma que a inicios de marzo se suspendió por problemas técnicos en el escenario del Estadio Nacional a horas de su realización.

El hecho, en su momento, fue noticia continental, y tuvo repercusiones deportivas e incluso somatizó en problemas de salud para la barranquillera. Por eso, ahora en el Parque Estadio Nacional (la solución de urgencia para reprogramar las fechas de marzo), enfática y rotunda, Shakira no dudó en hacer frente a su nube negra.

“Mientras atravesábamos la cordillera, pensaba: estos 13.000 kilómetros de ida y vuelta los volvería a recorrer cuantas veces fuera por ustedes”, dijo ante las más de 50 mil personas que fueron reubicadas en la nueva locación, que tendrá este fin de semana el evento más estelar de su corta historia (fue inaugurado en 2024 luego de la última remodelación del recinto deportivo).

Shakira espantó su nube negra con cánticos chilenos contra Piqué y un show que dejará herencia
Agencia Uno

“Es que por ustedes yo me salto cualquier obstáculo que me ponga la vida, como una loba que va corriendo a encontrarse con su manada. Con su manada chilena”, abordó la cantante, que también ha tenido que suspender fechas de la gira en Perú y Colombia.

La lista de canciones la inauguró “La fuerte”, pero fue la transición de “Las de la intuición” y la ya clásica “Estoy aquí” lo que supuso el primer estruendo de la noche.

Con una pantalla gigante que atravesaba el escenario, y apoyada en un cuerpo de baile y coristas que a veces hasta replicaban su timbre, Shakira hizo gala de un mix de canciones nuevas y del recuerdo para presentar un relato de superación personal basado, por supuesto, en su mediática y reciente historia amorosa.

Por lo mismo, una de las novedades de la gira es el arreglo lírico a la canción “Don’t Brother”, que se da por hecho como una nueva carga de dardos hacia su expareja, Gerard Piqué. En las tribunas laterales del Parque Estadio Nacional, la provocación tuvo una rápida respuesta del público chileno, que comenzó a corear el cántico “ch… Piqué” en solidaridad con la cantante.

Animaciones, lásers, juegos tridimensionales y una loba gigante fueron algunos de los elementos audiovisuales que embelesaron al público de “Las Mujeres No Lloran World Tour”, que entre tanta pirotecnia también reserva espacio para momentos que apelan a la ternura y el pasado lejano y cercano.

En esa línea, se sucedieron “Inevitable”, “Te felicito / TQG”, “Don’t Bother” y “Acróstico”, esta última con los hijos de Shakira, Milan y Sasha, proyectados en las pantallas laterales.

La cumbre del relato vino con un video recopilatorio de imágenes de la Shakira noventera y adolescente, que con guitarra en mano apelaba a la melancolía de la época para hacer un camino en la música latina. Un catalizador audiovisual que hizo efecto en un coro multitudinario para “Pies descalzos, sueños blancos” y una canción que, en palabras de La Loba, “ustedes querían”: “Antología”, que fue sucedida por lo que describió como “una canción de archivo”, “Poem to a Horse”.

Shakira espantó su nube negra con cánticos chilenos contra Piqué y un show que dejará herencia
Agencia Uno

Una Shakira ranchera en “Ciega, sordomuda” pegada a “El Jefe”, ahora con sombrero y chaqueta con flequillos, anunciaron la primera despedida, que vino tras “Whenever, Wherever” (una de las más coreadas) y “Waka Waka (This Time for Africa)” (una de las menos coreadas).

El único bis estuvo reservado para uno de los momentos más grandilocuentes del show: la aparición de una loba gigante que tras sus espaldas vigilaba desafiante a la artista. El cierre, como era de esperar, fue para “BZRP Music Sessions #53”, la canción que inauguró el concepto de “Las Mujeres No Lloran” y con ello la última y actual y a veces casi interminable reinvención de Shakira, que a pesar de una gira que arrancó tambaleando, es prueba viva de una artista vigente y planetaria.

Con Shakira en Chile: ¿Se consolida un nuevo escenario para Santiago?

Más de 55 mil personas se congregaron en el aún reciente Parque Estadio Nacional, en un hito que se intentará replicar este sábado 5 de abril y el lunes 7 con el mismo dispositivo de producción.

Se trata del espectáculo musical de más alto alcance en la breve historia del espacio, que como tal, administrado por el Instituto Nacional del Deporte, todavía no cumple un año. A pesar del dato fundacional, el saldo de la primera noche de un espectáculo masivo y de talla mundial en sus inmediaciones, es más que alentador para una ciudad con carencia palpable de recintos de este tipo (recordar el frustrado paso de Taylor Swift en 2023 pese a su visita a la región)

Sin mayores problemas de ingreso y salida, salvo las distancias largas pero caminables para conectar con los servicios de transporte, el deambular del público fue en orden, mismo principio que se repitió en las instalaciones colindantes al parque.

Shakira espantó su nube negra con cánticos chilenos contra Piqué y un show que dejará herencia
BBCL

Las reubicaciones de la reprogramación de marzo, sin embargo, dejaron en el público sensaciones encontradas: mientras algunos agradecieron la funcionalidad de la distribución, otros que fueron reubicados en cancha lamentaron no poder apreciar un espectáculo tan visual desde la altura, en una tribuna o galería, ahora reducidas por el plan de emergencia.

Quienes sí agradecieron su posición en el parque fueron los espectadores del sector “para niños y madres”, cortesía de Shakira, donde tenían acceso exclusivo y una posición preferencial en una de las tribunas laterales.

Fuente: BioBioChile