El destacado músico repasó su 2023 con varios hitos que marcaron su año, como la reedición en vinilo de su aclamado disco “Verde Cerca” y su reciente “Premio a la Música Nacional Presidente de la República”. Además, habló lo que serán sus conciertos en su gira veraniega. “Pocas palabras y harta música”, afirma el artista.
Tras cerrar un 2023 redondito, el destacado músico chileno Joe Vasconcellos prepara su nueva gira veraniega en la que visitará distintas ciudades del país y que hará bailar al público.
El año pasado fue un período de varias sorpresas e importantes hitos, pero también en el que “todo cambió”. El artista reeditó en vinilo su aclamado disco “Verde Cerca” (1992). Si bien la idea era celebrar las tres décadas desde su lanzamiento, hubo algunos detalles que lo hicieron demorar un poco más, pero finalmente quedó tal como el músico quería.
A su vez, Vasconcellos también fue uno de los artistas que se presentó en la ceremonia de clausura de los Juegos Panamericanos. Una experiencia que fue muy “intensa” y “poderosa”, según las propias palabras de la voz de “Las Seis”.
Y también el cantautor recibió el Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2023 en la categoría de Música Popular.
En una conversación con La Cuarta, Joe Vasconcellos repasó su 2023 y también adelantó detalles sobre sus próximas presentaciones se vienen en el verano.
“Fue un inicio de año potente. Partimos el 30 (de diciembre) tocando en Valparaíso en un espectáculo increíble. Fue fantástico, pero esa madrugada nos enteramos que se nos encantó un amigo querido, el Chumale (músico y productor chileno, Christian Bravo). Fue regado a mucha realidad, mucho amor y mucha consciencia de nuestra labor. Siempre cuando uno dice, detrás de un cantante hay un montón de gente, hay mucha familia. Aquí fue el caso, fue roadie, productor, músico. Nos encontramos muchas personas que llevamos años haciendo este trabajo maravilloso a despedir a uno de los nuestros. Con alegría siempre, había mucha risa, yo le canté, varios le cantamos. Fue un momento de encuentro con nuestra realidad, nuestra verdad como trabajadores de una casi industria, todavía no es una industria”, parte explicando el músico.
Este viernes 5 de enero comenzará la gira del cantante en Concepción, con una presentación especial en La Bodeguita de Nicanor.
“Para todos quienes vivimos de la música popular, vinculada al rock, sabemos que Conce es un polo importantísimo, de ahí mucho rock y siempre hay como una complicidad. Yo creo que esta cosa de que uno tiene que salir de la columna vertebral para ir a Conce, hace que tenga ese ‘no sé qué’. Todo el año hemos intentado ir, no podíamos ir, la gente (nos decía) ‘yo po’, cuando Conce, ya nos olvidaste’, detalla.
Tras esto, el músico recuerda el especial vínculo que mantiene con la ciudad sureña. “En Conce yo estaba haciendo una gira con mi primer cassette, llegaba a la radio y me decían ‘muestre el cassette’. Y (me decían) ‘no po’, tiene que marcar hora, póngase serio, esto no es nada al lote’. Yo aprendí mucho con eso. Conce me enseñó de cómo se debe trabajar de Conce para al sur, la forma de llegar a las radios, a las personas”, afirma.
“Después tuve un circuito cuando tenía la banda chiquita, tocábamos generalmente en universidades. Y en Conce fue el único lugar donde tocamos en el Teatro Concepción. Se nos llenó la casa y fue una experiencia maravillosa. Ahí fue una complicidad con Conce, Conce me conoce, yo conozco Conce y disfruto de todas las cosas que suceden. Lo admiro, me encanta como se recicla. Yo creo que por la juventud, es lo que mueve la ciudad. Donde hay jóvenes, siempre hay inquietudes. Conce tiene esa inquietud”, agrega.
—¿Cuál es tu balance de este 2023?
—Para mi el año 2023 fue el año post-pandemia en donde logré poner las cosas en su lugar, logré armar el cubo rubik. Antes estaba pegado en un puro lado. Cambio todo, todo cambio. La forma de trabajar, de ser de las personas, de mirar. Percibir que la gente hoy en día está yendo al psicólogo, es algo importante. He notado eso y es como un volver a nacer en el fondo porque todo lo que nosotros habíamos ganado con trabajo, formas de trabajo, se fue todo a las pailas, era como un volver a empezar.
“Entendimos la importancia por ejemplo, a principios del verano, de Instagram, de las redes sociales, como el ser verdadero tiene un plus frente a la opinión pública de las redes, darme cuenta lo importante que fue. En este verano, tienes una anotación donde aparecen todas las fechas que vamos a tocar, en el verano pasado no podíamos hacer eso, porque era por semana íbamos viendo como salían las pegas. Y dependen de la pega anterior. Fue un trabajo muy de hormiga que si tu me preguntas, uno estaba concentrado en hacer la pega, pero no estaba pensando en que vamos a hacer esta cosa en el año. No, era mucho más presente, no hay que irse tanto en la volá, que vamos a hacer una gira y el 2000 y tanto viajar a la luna. No, hoy en día hay que ser mucho más concreto. Eso nos enseñó. Empezamos a ser un poquito más concretos”.
Sin embargo, el músico revela que durante todo este tiempo, el proyecto más importante que tenía era el lanzamiento del vinilo de “Verde Cerca”.
“Lo único que nos tenía soñando, que teníamos metido en nuestra agenda de corazón era el “Verde Cerda”, el lanzamiento del vinilo. Y las tocatas iban saliendo a medida que llamaban. Después fue el lanzamiento, que fue algo bien especial, le pusimos “30 años + 1″ porque es un trabajo que nosotros pensamos que íbamos a hacer en 15 días y nos demoramos un año y algo”, explica.
“Es que era un disco para mi tan entrañable “Verde Cerca” y cuando lo concebimos no pensamos en vinilo, pensábamos en CD y en cassette, que era lo que había en los años 90. Cuando quisimos hacerlo en vinilo nos dimos cuenta que le faltaban un par de tallas para ser vinilo, entonces hubo que mezclarlo y hacerlo bonito. Pero al final llegó y salió el disco como nosotros queríamos, con la carátula, un disco lo hicimos disco doble para que se escuchara bonito. Aprendí sobre como funciona hacer un vinilo, yo no tenía idea, no lograba entender como mierda funciona eso, desde hace tantos y hasta el día de hoy se sigue haciendo de la misma manera. Finalmente, aprendí”, cuenta el artista.
—¿Cómo fue el proceso de revisitar estas canciones, de volver a trabajar estas canciones que había escrito hace ya 30 años?
—Es bien especial, porque son canciones de 30 años, de repente te encuentras con alguna que todavía tienen vigencia, entonces te da un poquito de escalofríos eso. Pero por otro lado, también pienso que claro, esa forma de ser probablemente permite que yo con 64 años siga haciendo shows, siga teniendo público y que la gente no me haya olvidado. Tiene una cosa que tiene que ver con nuestra idiosincrasia también. Es un disco que yo quiero mucho porque es un disco que realmente fue hecho con cincel y martillo. Nosotros no teníamos sello, fue con ayuda de amigos entrañables que nos prestaban horas de estudio. Nosotros íbamos con nuestros tarros, grabamos, fue realmente hecho a pulso. Pero yo siento que en ese disco estuve metido de cuerpo y alma, pero entero, desde que empezó hasta que salió.
“Y asumo todos los errores, asumo que ‘Huellas’ dure 6 minutos, me da lo mismo, porque así nació (risas). Asumo toda la responsabilidad. A parte reencontrarme con Matías Lara, con Juanito Caballero, que participaron en la génesis de este disco, nos volvimos a encontrar después de 30 años, ya más viejo y canosos, igual de volados y de divertidos, fue bonito, fue como un estímulo, tomarse un postre de açaí”.
En este 2023, también fuiste uno de los artistas que se presentó en la ceremonia de clausura de los Juegos Panamericanos. ¿Qué tal fue la experiencia?
—Extremadamente intensa. Cuando tú entras en la máquina de lo que es la producción de los Juegos Panamericanos, el broadcasting de eso, los equipos técnicos, son otro nivel. Entonces, tú tienes que estar balanceando y yo creo que un poco, (por) la experiencia de Amnistía en los años 90, que eso fue hecho a pulso, dices ‘wow, aquí tienes que trabajar con otras formas de trabajar’ o con personas que te tratan como si tu fueras un salvaje porque vienen de Europa. Gracias a Dios nuestro equipo, ya llevamos tantos años que tenemos cuerito de chancho y pudimos superar todas esas cosas.
“Pero hay un nivel de adrenalina, en el ambiente, en todo, que es verdad indescriptible. Yo peleé mucho para poder cantar, a mí no me gusta hacer playback, entonces pedí cantar y me aceptaron, pero la banda tenía que ir en playback. Y como son unos profesionales, lo hicieron increíble y no parecía. Fue una experiencia extremadamente intensa. Y como me dijo uno de los camarógrafos, ‘Joe, esto es broadcast internacional, tú haz las cosas bonitas nomás, porque vas a salir lindo, hue…’. Y efectivamente cuando yo después vi las imágenes, decía ‘wow, menos mal que lo hicimos bien, que salió todo bien’ (risas)”.
“Al otro día, el día lunes, yo creo que no solamente yo, estábamos tirados, como si nos hubiesen sacado la cresta, el nivel de adrenalina es muy intenso. Es difícil de describir, pero de verdad estábamos agotados. Fue muy poderoso. Y creo que lo vio mucha gente y como que volví a salir a la calle (decían) ‘mira, ahí va el hue..’ (risas). Ahí tú te das cuenta que la cuestión la vió mucha gente. No sé si ha repercutido, yo espero que repercuta más en el verano”.
—El año pasado también recibiste el Premio a la Música Nacional Presidente de la República 2023. ¿Qué siente recibir este reconocimiento?
—Imagina que yo estoy en mi casa, pensando en la inmortalidad del cangrejo, haciendo nada. Y de repente suena el celular y me veo con la ministra de las Culturas. Así, mirándonos la cara. Y yo no tenía como verme, no sabía si estaba chascón, si tenía un moco, no tenía ni idea, con la ministra de las Culturas. Las transmisiones ese día estaban como el hoyo y se cortaba, yo trataba leerle los labios y la expresión, hasta en un momento ella me dice que yo he sido acreedor, elegido, como Premio Presidente de la República de la Música Popular.
“Es como cuando sales de un recitar y te empiezan a agarrar a besos, y no sabes por qué ni quién te está dando los besos. Esa es la primera sensación. (Nos despedimos) y después ‘¿ah? ¿Qué pasó?’. Y ahí, claro, te encargo el espejo retrovisor. Yo soy de la generación de ‘no soy digno’. Entonces, ¿por qué? Ahí empiezas a ver cuánto tiempo llevas, cuántos años dedicados al trabajo en Chile. Lo que es importante es que este premio no solo me llega a mí, llega a mi equipo, a todos los que trabajan conmigo, como un ‘bien, hue… sigan así, es válido lo que están haciendo’. En Chile alguien siempre está tirando el freno de mano, pero igual tiramos adelante la cuestión. Somos músicos, somos artistas, trabajadores de la cultura de música popular en todo este Chile. Yo trabajo como con 25 personas, cada una son 25 familias. Entonces, este premio viene por ese lado”.
“Y después cuando ya me pongo a pasarme la película yo solo, ya son muchos recuerdos y dice ‘sí, en realidad está bien’, pero por el otro lado ‘también hay otros compadres que llevan tanto tiempo’. Al final uno tiene que hacer las paces con eso. Pero en este momento es algo que yo pienso todos los días, lo agradezco, está en mi cabeza qué voy hacer, qué voy a decir, ¿podré hablar cuando me lo entreguen? Estoy un poco en eso, pero también seguir un poco concentrado después de la noticia, como fue tan inesperada yo no cambié mi rutina. Nosotros seguimos haciendo nuestro trabajo, dándole su debido respeto”.
—Te presentarás este viernes en Concepción, luego el 12 de enero en Club Chocolate y también se vienen varias presentaciones durante verano. ¿Qué nos puedes adelantar sobre lo que serán estos conciertos?
—Siempre armamos un concierto largo, mejor que sobre a que falte. Como somos un grupo grande, hay un trabajo de luces y toda la cuestión, tenemos que ser muy ordenados en eso, todo está amarradito. Ensayamos, lo recontra ensayamos, y después queda claro a medida que aparecen los espectáculos. Pero nosotros armamos este repertorio, nos fuimos a la mecánica, los éxitos musicales que siempre tocamos que son como ocho, que no podemos dejar de tocar. Y a eso fuimos buscando los temas que tienen más visitas, y ahí le agregamos.
“Realmente es un show de harto éxito y como me gusta a mí, es decir, pocas palabras y harta música. Y ojalá mantenerlo bien arriba, cuando uno ya ve que la lengua está afuera, tiras un par de lentos para que haya un abrazo, que alguien vaya al baño y se fume un puchito. Pero la idea es mantener alegría, mantener a la gente contenta. Es tan bonito desde el escenario que tú tocas un tema, de repente el compadre está mirando nomás y llega el tema que le gusta y explota. Es tan bonita esa relación que hay con la gente. De repente ves al papá que está con el cabro chico, yo toco la canción y el papá dice ‘¡está es la canción!’ (risas). Entonces, el repertorio está lleno de eso”.
“Recuperamos temas como ‘Consciencia” o “El regalito”, que nos pedían mucho. Nosotros dejamos de tocarlo en algún momento, porque habían otros temas, pero “El regalito” es de esos que uno nunca debió dejar de tocar. Volvimos a algunos arreglos del disco “Toque” (1995), como va a cumplir 30 años, volvimos a los originales que lo hacen más rock & roll. Hay varias cosas, mezcla a lo que llegamos como banda y como un flashback a arreglos, a formas de tocar, a temas. Está bien entretenido porque no se vuelve denso nunca. Lo bonito es que uno lo ve desde el escenario, yo no uso fono así que me gusta escuchar lo que dice la gente. Bien entretenido, eso es lo que puedo asegurar”.
Fuente: La Cuarta