Taylor Swift ha sido oficialmente citada a declarar en la batalla legal que enfrenta a su amiga Blake Lively con el actor y director Justin Baldoni, en torno a una denuncia por acoso sexual y difamación relacionada con el rodaje de la película It Ends With Us.
Sin embargo, el equipo de la cantante rechazó enérgicamente su inclusión en el caso, acusando a los abogados de Baldoni de buscar atención mediática más que esclarecer los hechos.
“Taylor Swift nunca puso un pie en el set, no participó en el casting, no tomó decisiones creativas ni vio ningún montaje de la película”, aseguraron sus representantes en declaraciones a BBC, Variety y otros medios.
Agregaron que su única vinculación con el proyecto fue autorizar el uso de su canción My Tears Ricochet, junto a otras 19 piezas musicales presentes en el filme. “Pretenden usar su nombre para generar interés público y desviar la atención del caso real”, sentenciaron.
La citación fue emitida por el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, quien incluyó a Swift en una lista de figuras públicas que podrían tener información relevante sobre los hechos ocurridos durante la producción.
Entre ellas, también figuran el esposo de Lively, el actor Ryan Reynolds, y los ejecutivos del estudio Wayfarer, responsables de la adaptación cinematográfica del bestseller de Colleen Hoover.
De acuerdo a la versión de Baldoni, en 2023 fue invitado al departamento de Lively en Nueva York para discutir cambios en el guion. Allí, según su relato, se encontró con Reynolds y Swift, a quienes Lively habría descrito como sus “dragones”, en alusión a un mensaje que le envió comparándose con Khaleesi de Game of Thrones.
En dicho texto, la actriz advertía: “Mis dragones también protegen a aquellos por los que lucho”.
Pese a ese relato, la defensa de Swift insistió en que la cantante no tuvo ningún rol en el proceso de reescritura ni en la selección del elenco, desmintiendo incluso que haya intervenido en la elección de la actriz Isabela Ferrer, quien interpretó a la versión joven del personaje de Lively.
¿Qué pasó?
El conflicto legal entre Lively y Baldoni comenzó formalmente en diciembre de 2024, cuando la actriz presentó una denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California, acusando al actor de acoso sexual y de una campaña de represalias tras expresar su disconformidad con ciertos aspectos de la producción.
Baldoni respondió con una contrademanda por 400 millones de dólares, acusando a Lively, Reynolds y su publicista de difamación y extorsión civil.
El juicio está programado para comenzar en marzo de 2026. El abogado de Lively, Mike Gottlieb, confirmó a la revista People que la actriz testificará y que presentarán pruebas documentales y testimonios presenciales para respaldar sus acusaciones.
También criticó el intento de los abogados de Baldoni de involucrar a celebridades como Swift o Hugh Jackman, argumentando que “esto no es un circo mediático” y que “no se puede citar a personas simplemente por su fama”.
Desde el equipo legal de Baldoni, en tanto, se defendieron señalando que la verdad “ha sido mostrada con documentos, mensajes e imágenes reales” y que la actriz “involucró a sus amigos de alto perfil sin considerar las consecuencias”.
Fuente: CNN Chile
