Las leves lluvias de este miércoles fueron parte del escenario en que miles de fanáticos del metal acudieron hasta el Parque O’Higgins, quienes resguardados con chaquetas de cuero o mezclilla avanzaban hacia el Movistar Arena para disfrutar de la primera jornada del Masters Of Rock.
En su segunda edición en nuestro país, luego de la realizada en 2023, el festival ya consolidado a nivel mundial congregó para su primer día a Judas Priest, Savatage, Opeth y Pentagram.
Cuando los dioses bajan del Olimpo
Fueron más de cuatro horas previas, pero las adrenalina estaba a tope. Era la euforia previa a que aparecieran en escena los metal gods: Judas Priest.
Y como entre dioses se entienden, el precalentamiento llegaría de la mano de uno de los clásicos de Black Sabbath: War Pigs, tema que, para bien y para mal, siempre será atemporal.
Pero esta jornada le correspondía a otros. Detrás de una gran cortina con una serie de frases alusivas al género que por más de medio siglo han impregnado en su música y letras estaba Rob Halford (voz), Ian Hill (bajo), Scott Travis (batería), Andy Sneap (guitarra) y Richie Faulkner (guitarra), quienes explotaron sin miramientos con Panic Attack, de su más reciente trabajo Invincible Shield (2024).
You’ve Got Another Thing Comin’ y Rapid Fire serían un encadenamiento sin pausas en los que Halford mostraba que a sus 73 años seguía tan vigente como siempre.
Como si no hubiera sido suficiente, el clásico e infaltable Breaking the Law serviría para una vez más dejar el alma en la cancha del Movistar Arena.
Haciendo un repaso por diez de sus veinte discos de estudio, Judas Priest continuó interpretando canciones como Riding on the Wind, Love Bites, Saints in Hell y Sinner, en lo que era una verdadera fiesta en el coliseo capitalino.
Previo a interpretar Invincible Shield del disco homónimo, Halford recordó los nombres de cada uno de los discos de la banda, obviando solamente los dos que componen la era de Tim “Ripper” Owens.
El icónico vocalista debía de todas formas retirarse al borde del escenario de vez en cuando debido al esfuerzo físico que debe requerir replicar esos agudos que los llevaron a la fama mundial, que si bien ya no logran salir idénticos por razones obvias de la edad, reflejan la misma actitud como si fueran los 70.

Richie Faulkner (izquierda) y Scott Travis (derecha) de Judas Priest. Miguel Fuentes/ Masters of Rock 2025.
Travis quedaría solo en el escenario por unos instantes, dirigiéndose al público para que pidieran cuál sería la última canción de la noche. Más allá de que todos sabíamos que no podía quedar ahí, los pedidos espotáneos iban en línea con el que sería el siguiente tema del setlist. Un primer bullicio inentendible fue confirmado por Scott, quien pidió una vez más que gritaran la canción que vendría: “Painkiller”, se escuchó al unísono.
Otros tres temas servirían de postre para los presentes, luego de un menú completo de heavy metal. Electric Eye, Hell Bent for Leather y Living After Midnight retumbarían con fuerza en una jornada festivalera como las que solo los dioses pueden entregar. “Judas Priest regresará”, se leía en el fondo mientras los miembros de la banda se despedían del siempre fiel público chileno, quienes por cierto los recibirán cada vez que sean convocados.
Ya con We Are The Champions de Queen la gente comenzaba a retirarse del Movistar Arena, terminando así la primera jornada de rock y metal del mejor.
Fuente: CNN Chile