Michelle Obama ha optado por mantener un perfil bajo durante los últimos años, teniendo en cuenta que fue, por casi una década, la primera dama de Estados Unidos, mientras su esposo Barack era mandatario.
El matrimonio cuenta con una gran popularidad en ese país, y muchos incluso los elevan a la categoría de celebridades. No obstante, todo indica que los últimos meses no han sido sencillos.
Lo cierto es que, por un tiempo, han existido rumores respecto a una separación de los Obama. De hecho, dos eventos en concreto sembraron dudas respecto al estado de la unión entre ambos.
El primero data del 9 de enero, cuando se desarrollaron los funerales de Jimmy Carter. A la ceremonia asistieron prácticamente todos los expresidentes (Bush, Biden, Clinton y Trump) con sus esposas, menos Barack.
Asimismo, Obama debió ir en solitario a la toma de posesión de Trump para su segundo mandato, en Washington DC,
Lo cierto es que Michelle Obama habló de su presente en el podcast Work in Progress. En el programa no se refirió abiertamente al estado de su matrimonio, pero sí hizo un desahogo relacionado a sus decisiones en el último tiempo, entre ellas las de no acompañar a su cónyuge a ceremonias.
“Y elegí lo mejor para mí, no lo que debía hacer, no lo que pensé que otra gente quería que yo hiciera. Y, entre tú y yo, fue una prueba importante para mí como mujer, como persona independiente, porque como tantas otras mujeres y tantas otras personas, me muevo desde la culpa. ¿Qué debo hacer? ¿Es lo mejor para todos? Porque es más fácil decir: he hecho esto porque debía hacerlo”, expuso, según lo replicado por diario El País.
Asimismo, expuso una extensa reflexión en torno a volver a llevar a cabo determinaciones en torno a su vida más personal y el futuro más próximo.
“Siento que es hora de tomar decisiones de chica mayor sobre mi vida, de poseerla al completo, ¿sabes? Porque si no, ¿a qué estoy esperando? ¿Cómo voy a pasar mis próximos 20 años?”, indicó.
“Es hora de empezar a hacerme esas preguntas: ¿Qué quiero? ¿Qué quiero de verdad en mi día a día? ¿Ha cambiado? ¿Con quién quiero comer, cuánto tiempo quiero quedarme en un sitio? ¿Quiero viajar? Si me llama una amiga y dice, ‘¡Vámonos!’, ahora puedo decirle que sí, o que no. Estoy intentando hacer más y más cosas. ¿Y cómo se ve eso? Se ve como cada uno quiera verlo”, agregó.
Sobre el final, la exprimera dama de Estados Unidos dejó entrever que no está en medio de un proceso de divorcio, pero sí abierta a futuros cambios.
“Pero lo interesante es que, cuando digo que no, en general la gente me dice que vale, que lo entiende. Y esa es la cuestión: como mujeres sufrimos por decepcionar a la gente. Este año, ni siquiera entendían que estaba eligiendo por mí misma”, comentó.
“Asumían que mi marido y yo nos estábamos divorciando, no que pudiera ser una mujer adulta tomando decisiones. Pero eso es lo que la sociedad nos hace, preguntarnos ¿qué hago, por qué? Y si no encaja en el estereotipo de lo que la gente piensa que debemos hacer, se etiqueta como algo negativo y horrible”, concluyó.
Hay que señalar que, hace unas semanas en entrevista con la cadena CBS, Barack Obama había asegurado: “Estoy en un profundo déficit con mi esposa. Así que he estado intentando salir de ese agujero haciendo algunas cosas divertidas”.
Fuente: BioBioChile