El comediante Daniel Fica, de 60 años, relató el covid que sufrió en enero de 2021 y que lo tuvo sentenciado a muerte.
«Dormí con la muerte», afirma Bombo Fica.
Previo a regresar a Chile fue el único del clan que dio positivo al coronavirus, por lo cual debió permanecer en una habitación del hotel donde se hospedaban, mientras su familia viajó de vuelta. Allí la enfermedad se convirtió en muy grave. Estas fueron parte de sus palabras:
«Los primeros días no pasaba nada. El día quinto empecé a tener fiebre… Empecé aumentar en la fiebre. Tenía 38. El octavo día empecé con problemas, ya tenía 39, me dolía el cuerpo, me sentía bien malito. Viene el médico y me dice ‘estamos en el peak. Pero ya mañana va a ser distinto. Quédese tranquilo’.
«Me dio remedios y al día siguiente tenía 40 de fiebre, me dolía todo el cuerpo y no podía respirar. El médico me dijo ‘lo vamos a llevar, lo tengo que internar porque lo vamos a intubar… Su saturación es muy mala, está grave, me lo tengo que llevar al hospital… Usted está grave’.
«Le digo ‘¿qué posibilidades tengo de salir vivo del hospital?’. ‘Pocas’. Sentí que mi vida se apagaba porque respiraba mal, no podía hablar, tenía 40 grados, me tenía que meter a una tina con agua con hielo para bajar la temperatura.
«Le dije ‘me voy a morir aquí, en el hotel. No me voy a ir a morir a un hospital’. Me hizo firmar unos papeles y me dijo ‘su vida está en riesgo. Lo más probable es que usted se va a morir’. Decidí morirme ahí.
«Lo primero era avisarle a mi familia. Dije ‘si le aviso a mi familia le voy a provocar dos dolores: decirles que estoy grave y no van a poder viajar’… Y después el deceso tenían que avisarles, ‘se murió’.
«Tenía que avisarle a alguien. Llamé a mi amigo Milton Colima, que somos amigos desde cabros chicos, el del Festival de Huaso de Olmué. Le dije ‘quiero pedirte que después que me muera hables con mi familia y que me perdonen por no haberles avisado. Que no quise provocarles ese dolor…’
«Le dije que hablara con mi abogado y le explicara todo lo que tenía que hacer. Que me tenían que llevar en cenizas a Chile porque no podían llevar el cuerpo.
«Esperé la muerte acostado, pasé por todas las emociones…
«Sentía que al cerrar mis ojos no los iba a abrir nunca más… Se cierran mis ojos y no debe haber pasado dos segundos y los abro… Me siento en la cama porque me estaba muriendo… Sentí que era la muerte…
«A las seis de las mañana me fui al mar. Estuve dos horas en el mar analizando qué quería hacer al volver a Chile.
«Estaba sano. El médico no podía creer lo que estaba pasando. Me dijo ‘esto no es normal, usted se tenía que haber muerto’… Desde ese momento hasta el día hoy le perdí el miedo a la muerte, porque yo dormí con la muerte».