Pasar menos tiempo en tu pantalla y más en tu vida social es la premisa detrás del Boring Phone, un teléfono presentado por Heineken y la casa de diseño Bodega, quienes idearon un equipo con el que esperan traer las bondades de la comunicación sencilla y sin distracciones a la Generación Z.
La propuesta del Boring Phone es muy sencilla: revivir el diseño y la funcionalidad de los teléfonos móviles clásicos para poder entregar un equipo que funciona con lo básico. O sea, hacer llamadas, enviar textos y guardar contactos. La idea detrás del Teléfono Aburrido es que “Hay mucha más vida social mientras menos se encuentra en tu teléfono”.
El equipo está siendo fabricado por la empresa europea HMD, quienes hoy son dueños de la marca Nokia, por lo que este nostálgico producto les cae muy bien: su cubierta es totalmente transparente, por lo que se puede ver todo el interior del equipo. Es de formato clamshell, es decir, que se abre y cierra para funcionar, permitiendo hacer la clásica movida de cortar la llamada tan solo cerrando la cubierta del equipo y viene con stickers para adornarlo.
No tiene conexión a internet ni tampoco se le pueden bajar aplicaciones y su pantalla es monocromática, a pesar de tener una cámara de bajísima resolución, para tomar imágenes pixeleadas.
Gracias a todo lo anterior, la duración de su batería es ejemplar: una semana en modo de espera y 20 horas de uso hablando. Además, viene con aplicaciones infaltables para los nostálgicos, como radio FM y una nueva versión del juego Snake.
Sus creadores dicen que de esta manera se evitará la costumbre de estar pegado en la pantalla cuando se sale con los amigos, además de servir para desintoxicarse del teléfono.
En total, solo 5 mil unidades fueron producidas, por lo que es probable que se vuelva un objeto de culto, pero en junio se lanzará una aplicación para volver “aburrido” a tu teléfono inteligente. Y probablemente sirva de inspiración para que otras marcas se unan a este nuevo culto a lo antiguo y sigan sacando teléfonos tontos pero que nos desconecten.
Fuente: La Cuarta