“No tenía ni uno”: Jorge González explica la motivación tras la reunión de Los Prisioneros en los 2000

Jorge González habló en profundidad sobre los motivos, desafíos y tensiones creativas que marcaron el regreso de Los Prisioneros en los años 2000, una de las reuniones más comentadas de la música chilena.

El exlíder de la icónica banda nacional explicó que la iniciativa surgió de él, motivada principalmente por razones económicas.

«No tenía ni uno, porque me había gastado toda la plata en la rehabilitación de Cuba. Tenía problemas de cocaína», empezó explicando.

«Me rehabilité, pero me tiré todas las lucas en eso y quedé en deuda con el SCD (la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales). Entonces, no me llegaba plata», explicó a Cristián «Chico» Pérez en el episodio que cierra la tercera temporada del programa  El Cuarto de Música , grabado en agosto de 2025 y estrenado este viernes.

En esa situación, se puso en contacto con Carlos Fonseca, quien fue una figura clave en la historia de la banda (descubrió a sus integrantes y los representó), para proponerle la idea. Fonseca, por su parte, reaccionó con entusiasmo y consideró “fantástica” la iniciativa.

 

“De ahí llamo a Miguel (Tapia) , a Claudio (Narea) , que no me pescó primero… pero después llamado de vuelta. Y ahí salió la cosa”, recordó.

González también recordó que su propia terapeuta cubana le había advertido que recibir sería “lo peor que puede hacer un adicto”, debido a la presión de la fama.

Y en esa misma línea, él mismo reconoció: «La verdad es que era peludo  (…). En mi cabeza, parecía buena idea juntarme con los cabros. No sé si era tan buena idea «.

Y tras ser consultado hasta cuándo considero que “era una buena idea”, simplemente respondió: “ Hasta que nos juntamos ”.

Sin embargo, también admitió que el reencuentro, “económicamente, estuvo fantástico”.

Y sobre el álbum que grabaron tras el reencuentro, una producción en vivo extraída de conciertos que realizaron en el Estadio Nacional a fines de 2001, González explicó que buscó un sonido “bueno, interesante e inclasificable”, similar a lo que habían hecho en sus discos más influyentes.

Sin embargo, reconoció que el resultado no alcanzó el nivel de clásicos como Corazones  (1990) o  La Voz de los 80  (1984).

“Quedé contento, pero el disco no creció ni mejoró respecto a los demos originales”, enfatizó.

Fuente: CNN Chile

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