Mucho se ha hablado de la película Romper el círculo, lamentablemente no por su trama, sino por las acciones legales que interpuso la actriz Blake Lively contra Justin Baldoni durante el proceso de rodaje. Y sobre el libro, ¿qué sabemos? La novela de Colleen Hoover está centrada en una problemática que trasciende fronteras, clases sociales e idiomas: la violencia de género.
La protagonista es una joven estadounidense llamada Lily Bloom. Para quienes vieron la película ya conocen la trama, pero para quienes no, les invito a descubrir a este personaje. Lily, desde temprana edad, crece en un entorno de violencia y, de manera silenciosa, comienza a construir su propio mundo. Lo que retrata este libro se puede llevar de lo particular a lo general: su padre, ante los ojos de la sociedad, es un hombre exitoso y con gran compromiso comunitario, pero dentro del hogar es un maltratador. Lily presencia escenas que nadie quisiera vivir y se promete a sí misma que jamás permitirá que alguien la trate de esa forma. Desde entonces se refugia en la escritura, relatándole su rutina a la reconocida presentadora de televisión Ellen DeGeneres.
A medida que avanzamos en las páginas, conocemos a Lily a través de saltos en el tiempo que nos llevan del presente al pasado por medio de sus diarios. Ella misma los lee en su habitación, y es ahí donde, desde mi perspectiva, se genera una complicidad entre lectora y personaje. Muchas, en nuestra adolescencia, guardamos tanto momentos de felicidad como días que hubiésemos querido olvidar en una agenda. Necesitábamos dejar plasmados esos instantes bajo el poder de las palabras, que en los pasajes más difíciles de la vida se transforman en refugio y en una forma de deliberar con nosotras mismas.
Todo es mejor en Boston: Entre flores y el camino de Romper el Círculo
Al inicio del libro conocemos a Lily Bloom, una joven de 23 años que enfrenta la muerte de su padre. En el funeral, incapaz de mencionar cualidades positivas de quien marcó su infancia con violencia, decide retirarse. Su gesto es una forma de justicia simbólica en nombre de su madre, víctima de aquellos maltratos. De regreso de Plethora, Maine a Boston, busca un respiro y lo encuentra en una azotea, donde se cruza con Ryle Kincaid, un neurocirujano frustrado por una operación fallida.
Entre miradas y confesiones, nace un diálogo intenso que, aunque parece efímero, se transformará meses después en el inicio de algo mucho más profundo.
Lily genera simpatía en las lectoras: es valiente, rompe con lo convencional y decide dejar su trabajo en marketing para perseguir su sueño de abrir una floristería, pero no una típica, de flores rosadas y pasteles, sino una con estilo steampunk. A medida que la vamos conociendo, descubrimos a una mujer introvertida, dedicada a su huerto, pero con gran corazón. Esa sensibilidad la lleva a proteger a Atlas, un joven en situación de calle que vivía al lado de su casa. Lo defendió en la secundaria de las burlas y, de una amistad, nació un amor adolescente.
El tránsito entre tiempos puede desconcertar a algunos lectores, pero el ingenio de Hoover lo hace ameno y nos permite comprender mejor a Lily. Aunque el eje central sea mostrar cómo una mujer decide romper el círculo de violencia, también se retrata la vida cotidiana: su sensualidad, el deseo, las ganas de superarse, su entrega al trabajo y esos momentos que todos atravesamos en el juego de las citas y el romance. Hay varias historias paralelas, pero el foco permanece siempre en ella.
El reencuentro con Ryle llega gracias a Allysa, su hermana y compañera de Lily en la floristería. Tras un accidente laboral, Allysa lo llama y, luego de algunas vacilaciones, Lily y Ryle comienzan una relación. Al principio, como dice el cliché, “todo es color de rosa”: no hay conflictos, aunque apenas se ven porque él dedica largas jornadas al hospital, decidido a convertirse en el mejor neurocirujano.
Hasta que una noche, en casa de Lily, mientras preparaban la cena entre risas y copas de vino, Ryle se quema la mano con el horno. Ella, divertida por la torpeza, se ríe. Embriagado y ofuscado, él reacciona empujándola contra unos vidrios. Esa fue la primera agresión.
Lo que Lily enfrenta tras ese episodio refleja la realidad de muchas mujeres. Desde fuera, abandonar la relación parece la salida más lógica, pero el libro muestra la verdadera confusión: ella recuerda la promesa de no repetir la historia de su madre, aunque se convence de que Ryle no es su padre, que fue un accidente, que no volverá a ocurrir. Así entra en lo que se conoce como la “luna de miel”: el periodo en que el agresor aparenta haber cambiado. En ese tiempo incluso llega a casarse con Ryle en Las Vegas. Pero pronto todo se derrumba. Las escenas que siguen son desgarradoras: miedo, desesperación, celos posesivos y la decepción de darse cuenta de que a quien amas es capaz de vulnerarte sexualmente.
En ese punto, Lily pide ayuda y recurre a Atlas, quien la acompaña hasta un centro de salud. Como tantas mujeres, ella duda en denunciar. En medio de ese proceso descubre que está embarazada y decide mantenerlo en reserva, aunque en los últimos meses permite la participación de Ryle.
Uno de los momentos más conmovedores es el nacimiento de su hija, una escena de resiliencia. Es ahí donde Lily reúne el valor y, haciendo honor al título del libro, decide romper el círculo: impedir que otra generación repita la violencia que marcaron su madre y ella. Es una de las decisiones más difíciles, aún más considerando que en su caso contaba con independencia económica, un factor que no siempre está presente y que, en muchas ocasiones, dificulta aún más la salida de tantas mujeres. Colleen Hoover lo sabe bien: escribió esta novela inspirada en la experiencia de su propia madre.
El libro muestra la violencia de género tal cual es: no desde la mirada de una superheroína, sino a través de la vida de una mujer real que enfrenta contradicciones profundas antes de poner fin a un matrimonio. La obra expone el ciclo de la violencia y, al mismo tiempo, subraya la importancia de la amistad y de las redes de apoyo para sobrevivir y comenzar de nuevo, porque resistir ante la violencia requiere compañía y nunca abandonar a las víctimas.
Autora: Colleen Hoover.
Editorial: Planeta.
Páginas: 400.
Temática: Novela contemporánea.
Fuente: CNN Chile