Usar cloro en el hogar, es una de las cosas más comunes en cuanto a limpieza, con la finalidad de desinfectar las superficies del baño o cocina.
Sin embargo, este producto también es uno de los más peligrosos. El cloro puede corroer, decolorar y dañar superficies como encimeras laminadas o de piedra. Además, la inhalación de vapores de cloro puede causar irritación en las vías respiratorias, y en casos más graves, dañar los pulmones.
¿Dónde no usar cloro?
- Encimeras de laminado: este agente de limpieza puede dañar la capa protectora y decolorar el material subyacente.
- Encimeras de piedra (mármol, granito, cuarzo): puede corroer los selladores, causando opacidad, picaduras y decoloración.
- Dispositivos electrónicos: causa corrosión y decoloración.
- Superficies metálicas: El cloro puede oxidar metales.
- Materiales textiles: El cloro puede decolorar o dañar telas.

Los riesgos para la salud
Si entra en contacto con la piel y ojos, puede causar irritación, picazón, ardor, enrojecimiento y hasta urticaria.
Por otro lado, la inhalación de vapores de cloro, puede causar irritación en la nariz, garganta y pulmones, así como dificultad para respirar y tos. En casos de ingestión o inhalación de altas concentraciones, puede producirse intoxicación, con síntomas como dolor abdominal, vómitos, y en casos graves, daño pulmonar y dificultad respiratoria.
Recomendaciones:
- Ventilación: Cuando estés limpiando es importante que abras puertas y ventanas.
- Protección: Usar guantes y mascarilla para evitar el contacto directo con la piel y la inhalación de vapores.
- No mezclar: NUNCA mezclar cloro con otros productos de limpieza, especialmente amoníaco, ya que puede generar gases tóxicos.
- Almacenamiento: Mantenerlo del alcance de niños y mascotas, y en un lugar fresco y seco.
El cloro es un agente de limpieza muy importante en el hogar, pero su uso debe ser cuidados y se recomienda seguir las indicaciones de seguridad para evitar daños a las superficies y problemas de salud.
Fuente: FMDOS