En un avance científico extraordinario, un equipo de la Universidad de Algoma demostró que el cerebro humano produce luz medible durante su funcionamiento. La investigación, publicada en Current Biology, reveló que estas emisiones fotónicas ultradébiles (UPE) varían según la actividad mental, lo que podría dar origen a una nueva técnica llamada fotoencefalografía.
Captando el resplandor del pensamiento
La bióloga Hayley Casey y su equipo diseñaron un experimento meticuloso para detectar estas débiles señales lumínicas. En condiciones de oscuridad total, los participantes usaron gorros de EEG convencional mientras equipos ultrasensibles registraban las emisiones de fotones alrededor de sus cabezas.
Los resultados fueron concluyentes: la actividad cerebral generó un aumento medible en la emisión de biofotones. Durante tareas auditivas, el brillo superó significativamente los niveles de reposo. “Estas UPE representan un subproducto luminoso de los procesos metabólicos neuronales”, explicó Casey, según reportó Science Alert. El estudio confirmó lo que la ciencia sospechaba desde 1923: nuestro cerebro emite luz como parte de su funcionamiento normal.
El futuro de la neuroimagen
Este descubrimiento abre un abanico de posibilidades para la neurología moderna. Los investigadores destacan que la fotoencefalografía podría convertirse en una herramienta valiosa para identificar patrones lumínicos asociados a enfermedades neurodegenerativas, monitorear los efectos de medicamentos en el metabolismo cerebral y desarrollar sistemas de diagnóstico menos invasivos que las técnicas actuales.
Sin embargo, Casey advierte que el camino hacia aplicaciones clínicas es largo. “Necesitamos amplificar estas señales mil veces para que sean útiles en diagnóstico”, señaló. El estudio plantea preguntas fascinantes sobre si estos biofotones podrían representar una forma de comunicación interneuronal aún por descubrir.
Fuente: CNN Chile